Vicepresidente colombiano anima al movimiento Marcha Patriótica a seguir

Bogotá, 21 ene.- El vicepresidente colombiano, Angelino Garzón, animó hoy al movimiento de izquierdas Marcha Patriótica a seguir con su actividad política tras el amago de disolución que hizo ayer su líder, Piedad Córdoba, por el asesinato de 29 de sus militantes desde su fundación en abril de 2012.

"Invito a los hombres y mujeres militantes de Marcha Patriótica a seguir adelante, a exigir el derecho a expresarse y a hacer política en Colombia con garantías por parte del Estado y del establecimiento", afirmó el histórico sindicalista en una carta abierta.

El vicepresidente calificó como "muy grave para la democracia y la perspectiva de paz" el anuncio hecho ayer por Córdoba y agregó que los colombianos no pueden permitir que se repita "la tragedia del movimiento político de izquierda Unión Patriótica (UP)", del cual fue vicepresidente.

La UP fue un partido nacido en los años ochenta a raíz de un acuerdo entre la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno de entonces, presidido por Belisario Betancur (1982-1986), que sufrió el asesinato de cerca de 4.000 militantes, entre ellos dos candidatos presidenciales y nueve congresistas.

Marcha Patriótica, muchas veces vinculado por las autoridades con las FARC, denunció ayer la muerte de 29 militantes desde su nacimiento, 12 de ellos a manos de la fuerza pública, la desaparición de otros tres, así como la apertura de procesos judiciales contra cerca de 200 de sus miembros.

En respuesta a los procesos judiciales, Garzón solicitó a la Justicia colombiana "definir de manera pronta la situación jurídica de algunos dirigentes de dicho movimiento", hoy encarcelados.

Córdoba dijo ayer en una rueda de prensa que la decisión definitiva sobre disolver la organización se tomará en los próximos días, tras una reunión de sus máximos dirigentes con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en la que le exigirán garantías.

Precisamente, las FARC y el Gobierno colombiano, que negocian la paz en La Habana desde hace más de un año, llegaron a un acuerdo el pasado noviembre sobre el segundo punto de la agenda del proceso, referente a las garantías para ejercer la oposición política en el país.