S&P modifica su política

El negacionismo ESG se apunta otra victoria... ahora en el campo de los rating 

La agencia de rating ha optado por retirar las 'notas' ESG de sus calificaciones de crédito porque creaban confusión entre los clientes, continuando con la marcha atrás que la industria está dando en la sostenibilidad.

ESG fondos de inversión
El negacionismo ESG se apunta una victoria con los rating sin jugar el partido
Banco Santander

El camino de la industria de la inversión hacia la sostenibilidad continúan tropezando. Aunque hay quienes potencian cada vez más los proyectos verdes, como la banca y el sector inmobiliario, otros ámbitos están dando marcha atrás. Esto último proviene, en gran parte, de los movimientos 'anti ESG' que han surgido alrededor del mundo y especialmente en Estados Unidos de la mano del Partido Republicano. Ahora, sin haber jugado ni un minuto del partido, estos grupos se han apuntado otro punto: S&P ha optado por retirar sus análisis ESG de sus calificaciones crediticias.

Según ha indicado en un comunicado, ya no publicarán nuevos indicadores crediticios ESG en sus informes ni actualizarán los indicadores crediticios ESG existentes. Aunque la compañía no ha dado grandes detalles sobre las causas de esta decisión, de acuerdo con Bloomberg, que cita a fuentes cercanas a S&P, se tomó porque los baremos creaban confusión de los inversores que trabajaban con los rating de S&P. Pero, sin ellos, se pierde visibilidad sobre el perfil sostenible de las compañías y cómo afecta eso a su capacidad de pago; algo que ha gustado al movimiento anti-ESG. Según indica la agencia de noticias financieras, S&P estaría entre las empresas que sintieron la "ira de los republicanos".

Para evitar que se interprete como una marcha atrás en sostenibilidad, desde S&P sentenciaron en su comunicado público que la "actualización no afecta nuestros principios, criterios ESG o nuestra investigación y comentarios sobre temas relacionados con ESG, incluida la influencia que los factores ESG pueden tener en la solvencia". La empresa americana había comenzado a publicar estos indicadores crediticios ESG en 2021 para las entidades con calificación pública de algunos sectores, y su objetivo era "ilustrar ilustrar y resumir la importancia de los factores crediticios ESG en nuestro análisis de calificación mediante el uso de una escala alfanumérica". La empresa buscaba describir el impacto de los factores crediticios ESG en la calidad crediticia.

A pesar de haberse demostrado desde hace algún tiempo la importancia del camino del ESG para las compañías, tanto a nivel social como a nivel normativo y empresarial, hay quienes optan por poner frenos a este camino, insistiendo en que el cambio climático no es algo real: “El clima no es lo mismo que el tiempo”, dijo un senador republicano de Texas. Por esta misma razón, algunos inversores no entendieron el objetivo de S&P de introducir estas valoraciones en los ratings de crédito.

Coge fuerza a nivel global

Esta no ha sido la única ocasión en la que el grupo político 'trumpista' ha causado movimientos en el camino 'verde' de las compañías. Varios miembros del partido han catalogado el ESG de políticas indebidas, y a grandes rasgos, no le ven sentido a dejar de invertir en sectores que generan ganancias (como la industria petrolera y del gas), como es el caso del 'oráculo de Ohama', Warren Buffett. Por lo mismo, algunas empresas incluso se han sentido amenazadas y se han retirado de iniciativas verdes. Este es el caso de la actividad impulsada por el Grupo de Inversores Institucionales sobre el Cambio Climático, más conocido como el IIGCC, llamado 'Compromiso Net Zero'. 

A esta plataforma se han unido diferentes inversores institucionales y grandes gestoras de activos. Por ejemplo, las gestoras de Banco Santander y de BBVA, Santander AM y BBVA AM, han sido las primeras españoles en incorporarse. Hay otras similares como la Net Zero Asset Managers (NZAM) que ha conseguido cientos de participantes; sin embargo, hay quienes han decidido dar un paso al costado: Vanguard Group. Según señalaron desde el gigante de la inversión de activos, esta elección es principalmente para demostrar independencia y aclarar sus puntos de vista a los inversores. 

Un caso similar ha ocurrido con el sector de las aseguradoras con el Net Zero Insurance Alliance (NZIA) convocado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Desde hace algunos meses que las compañías han comenzado a reevaluar su participación y también han optado por decir adiós a este tipo de plataformas. Aunque todas aseguran que mantienen su compromiso verde, pero que prefieren hacerlo de forma individual. Una de las últimas en abandonarlo fue la española Mapfre, que siguió los pasos de Hannover Re o Munich Re. 

Por otro lado estas fuerzas políticas no solo han afectado desde fuera con sus presiones, sino que también han comenzado a tomar fuerza desde dentro y en la última temporada de juntas de accionistas los grupos 'anti-ESG' han ganado presencia. Así, el porcentaje de proposiciones que fueron en contra del ESG de las empresas representaron un 9% de las propuestas de este año, frente al 5% del año pasado, con un total de 94 de puntos del día presentados en lo que va de temporada de juntas. Esto mismo lo ha reflejado el grupo activista Follow This, quien comentó que gracias al estallido de la guerra y la presión del 'trumpismo' se ha moderado la importancia de la transición y que en las últimas juntas se disminuyeron los votos a favor de las resoluciones medioambientales y a la línea más ortodoxa del activismo climático.

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