Alonso sigue fiel a McLaren para igualar a su ídolo Ayrton Senna en 2017

El aviso de Fernando Alonso: "Si no me gusta la Fórmula 1 de 2017, lo dejaré"
El aviso de Fernando Alonso: "Si no me gusta la Fórmula 1 de 2017, lo dejaré"
Getty Images.
Diego Mariño

El 2 de diciembre el mundo de la Fórmula 1 se paralizaba. Rosberg, el actual campeón del mundo, anunciaba su retirada y una vacante aparecía en Mercedes, la escudería más potente. Inmediatamente el nombre de Fernando Alonso se relacionó con el de futuro compañero de Hamilton y el asturiano se vio en una encrucijada: apostar por ir al mejor equipo o seguir en McLaren a pesar de que la lucha por el Mundial no está garantizada.Fiel al proyecto de McLaren-Honda, y con el fin de ser campeón en la misma escudería que Ayrton Senna, Alonso decidió optar por la opción más complicada, pero más lógica.Los dirigentes de McLaren y Honda apuestan por estar en los podios en 2017. Luchar de tú a tú por el Mundial con Mercedes no se antoja fácil, pero el equipo de Alonso ha ido dando pasos hacia arriba cada temporada. "Llevamos centrados en 2007 desde Silverstone" declaró Fernando Alonso en los libres del GP de Abu Dabi en el que finalizó décimo. La escudería evolucionó notablemente en 2016 con respecto a 2015, siendo Alonso un habitual en los puntos, sentando las bases de un coche campeón para el curso siguiente. Alonso finalizó décimo en el Mundial con 54 puntos, una cifra que espera mejorar con creces el año que viene.Si en 2015 sufrió 8 abandonos, en 2016 redujo esa cifra a la mitad, y si en su primer año solo puntuó dos veces, el campeonato que acaba de terminar le situó nueve veces entre los diez primeros. Unos números para la esperanza en el futuro inmediato.En el horizonte, el tricampeonato, lo que supondría igualar el número de Mundiales del mejor piloto de la historia Ayrton Senna, y precisamente hacerlo en el equipo en el que el brasileño consiguió su triple corona. Un reto enorme, pero factible para un bicampeón como Fernando Alonso.Mónaco y Austin, los mejores GPEn una temporada en la que Alonso fue de menos a más cabe resaltar dos picos de conducción y resultados. El primero fue en la quinta carrera en Mónaco, donde Alonso se desquitó bajo la lluvia de la retirada en el GP de España, finalizando quinto y aguantando buena parte de la carrera al Mercedes de Rosberg, un monoplaza a años luz del suyo.El asturiano finalizó quinto demostrando una vez más su destreza en condiciones adversas. Su carrera fue de altura. Parecía complicado repetir quinto puesto el resto de temporada, pero Alonso lo volvió a hacer en Austin.Desde la duodécima plaza de la parrilla de salida, Alonso fue remontando y aprovechando los errores de sus rivales hasta llegar a una última vuelta para no olvidar. Su amigo Sainz estaba delante pero Alonso apretó los dientes y consiguió adelantarle tras una ardua lucha en uno de los últimos giros. Toda una lección de conducción de los españoles.Buenos números y buenos recuerdos de una temporada que comenzó con susto tras su terrible accidente en el GP de Australia. Tocó la rueda trasera del Haas de Pérez y perdió el control del coche estampándose contra el muro a 300 km/h.Por suerte, y gracias a las medidas de seguridad de los Fórmula 1, notablemente construyendo su chasis con un material ultraresistente llamado zylon, Alonso salió por su propio pie y tan solo se perdió la siguiente carrera por precaución.

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