Alemania salva el Mundial en el último segundo y demuestra que nunca muere

  • Un disparo de falta en el último instante del partido de Toni Kroos le da la victoria con un hombre menos en una remontada épica.
Krros salva a Alemania
Krros salva a Alemania

Alemania nunca muere, es como el Real Madrid de las selecciones. Su hábitat es el Mundial y el de los blancos, la Champions. Pocas cosas tienen explicación pero pasan. Los alemanes están acostumbrados a pasar rondas y rondas, casi sin inmutarse, pero parece que en Rusia el fútbol se ha vuelto más equilibrado que nunca. México les hizo pagar cara su indolencia en el primer partido. Y Suecia fue también todo un tormento. Los germanos acosaron su portería sin pausa y acabaron la primera parte... por detrás en el marcador. Inexplicable en la mentalidad alemana. El Mundial está loco, pensaban. 

El equipo de Löw nunca bajó los brazos, y logró empatar con sangre y sudor. Pero tampoco era suficiente. Suecos y mexicanos podían dejarles fuera con un empate beneficioso para ambos. Demasiado goloso para decir no. Con un hombre menos y con el tiempo ya en el límite llegó la última bala: una falta al borde del área, esquinada. Kroos, muy criticado en su país, cogió el balón. Y lanzó un misil. Suecia entera enmudeció y los alemanes, tan fríos ellos, se volvieron latinos, locos, gritando como posesos en las gradas. No era para menos. Tenían casi los dos pies fuera del Mundial en la primera ronda. Un ridículo de campeón, como ya sufrió España en Brasil.

El golpe de timón para un barco que parecía naufragar con el gol de Ola Toinoven en el 32, Reus empató en la segunda parte y hasta el final, con uno menos, buscó la victoria Alemania para no quedarse con un punto y pocas opciones de avanzar. Pero se estrellaba con un muro.

Porque la realidad es que el cuadro alemán se marchó eliminado al descanso a pesar de un arranque volcado sobre la meta rival. Quince minutos en los que no tocó el balón Suecia, pero unas sensaciones que se evaporaron. Draxler tuvo la primera clara a los dos minutos, que sacó la defensa rival casi de milagro y sin querer. La tromba en verdad dejó solo esa acción clara, mientras que Suecia entró en acción en las contras.

Varios minutos con uno menos por un golpe de Rudy tampoco ayudaron en el paulatino bajón alemán que comenzó justo cuando Borg perdonó un mano a mano, y Boateng se alió con el VAR, en una acción muy parecida a un penalti. Fue el primer error de bulto atrás de los de Löw. En el segundo, a la media hora, saltó la sorpresa con el gol de lujo de Toivonen tras un regalo de Kroos jugando como último hombre.

Los nervios atenazaron a la defensora del título, que tuvo la opción del empate con Gündogan, pero que despidió la primera parte tragando saliva por las claras ocasiones de Claesson, quien tuvo a placer el remate de otra contra pero se lió en el recorte, y de Berg, paradón de Neuer justo antes del intermedio. No le sentó bien el parón a los nórdicos y sí a los alemanes.

Dejaron esos nervios en el vestuario los de Löw, y a los tres minutos encontraron el 1-1 gracias a Reus y una jugada por banda izquierda de Timo Werner. La vigente campeona repitió una entrada con ritmo y movilidad en ataque que esta vez sí les dio el premio del gol. Suecia, en cambio, no asomó en el segundo tiempo a los dominios de Neuer. El cuadro sueco hizo aguas en las bandas y Alemania encontró a jugadores importantes como Reus, Kimmich y Kroos.

El del Real Madrid tuvo un remate franco y Mario Gomez, el revulsivo de Löw, no acertó en área pequeña y a bocajarro. La intensidad alemana perdió fuelle en los últimos 10 minutos, con el hándicap añadido de la expulsión de Boateng. El arreón final salvó a Alemania del gafe del vigente campeón, el que sufrió Italia en Sudáfrica y España en Brasil. Kroos la resucitó.

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