Después de perder a 38 familiares, venció al ébola y fundó un equipo de fútbol para integrar a los sobrevivientes

Elébola es una enfermedad devastadora. Sobrevivir a ella es una complicada prueba de vida, pero el horizonte se oscurece todavía más tras superarla. Erison Turay, natural de Kenema (Sierra Leona), no pudo evitar contraer el virus el año pasado. "Mi padre me llamó y me dijo que toda la familia estaba enferma. Estaba desesperado, no había ambulancias y decidí transportarlos uno a uno al hospital en mí motocicleta", indicó el joven africano en un documental de 'The New York Times'.

El calvario vivido por Erison Turay pone de manifiesto la magnitud del brote de Ébola que el verano de 2014 sacudió África, y más concretamente Sierra Leona. La epidemia se llevó por delante a 38 miembros de su familia, incluido su padre y su hermana. Él sobrevivió pese a haberse contagiado, y estar en tratamiento durante 15 días, pero ahora "continúa sobreviviendo".

La realidad para los exenfermos del ébola en África es peliaguda. "En Sierra Leona, la mayoría de los sobrevivientes a la epidemia no consigue trabajo, ni novia, ni amigos. La gente piensa que todavía están enfermos", explicaNadia Wauquier, una epidemióloga francesa que atendió el brote en el país africano, en declaraciones a 'BBC Mundo'.

Si la situación es enrevesada para una persona, imagínense para Erison, convertido en jefe de familia súbitamente y encargado de sacar adelante a su madre y a 15 niños huérfanos, entre nietos y sobrinos. Su sueño de llegar a ser un periodista radiofónico se ha desvanecido, al menos por el momento.

Las cifras de fallecidos e infectados hablan por sí solas. De los más de 27.000 infectados durante el brote de Ébola en 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que 11.000 fallecieron principalmente en Guinea, Liberia y Sierra Leona. 10.000 niños se quedaron huérfanos, y 16.000 personas sobrevivieron.

"Cuando voy a la ciudad, los que saben que soy un sobreviviente, ni se acercan a mí", esta es la cruda realidad de estos últimos en palabras de Turay. Estaban "aislados", y Turay decidió hacer algo al respecto. El fútbol, una de sus grandes pasiones, se convirtió en el rayo que canalizó la esperanza de la comunidad del ébola en Kenema.La extraordinaria historia de Erison Turay, que venció al ébola y creó un equipo para otros… http://t.co/QrP84YSNaupic.twitter.com/cHi1Nik47z— Harold V (@haroldv2) agosto 7, 2015

Erison decidió formar un equipo de fútbol muy especial. Con el fin de unir a la comunidad de afectados por el maligno virus, nació el 'Kenema Ebola Survivors Football Club', instituido únicamente por sobrevivientes del Ébola. La iniciativa para integrar a las personas que habían perdido todo a cuenta de la enfermedad, fue un éxito.

137 habitantes de Kenema se han unido, y se han formado dos equipos, uno masculino y otro femenino. Ambos conjuntos disputaron un encuentro bajo la mirada de 2.000 personas ante 'The Ebola fighters' (los luchadores del ébola), una formación creada para la ocasión por los médicos y enfermeras que curaron a Erison y a los ciudadanos de Kenema.Ebola survivor Erison Turay and others in Sierra Leone use soccer to help heal emotionally http://t.co/MaSyT7w2QVpic.twitter.com/9JQTCxC253— New York Times Video (@nytvideo) julio 26, 2015

"Por las noches sueño que camino por la calle y me encuentro a mi padre. Me dice que me ocupe de mi madre y de los niños, y luego desaparece", señala Erison. Sin duda alguna, le iniciativa del fútbol haría sentirse "orgulloso" a su progenitor

Los exinfectados se sintieron de nuevo parte de la sociedad. "Me siento feliz. Ellos querían jugar al fútbol conmigo, y no tuvieron ningún problema en tocarme", añade el instigador del partido. Los 'Ebola Survivors' vencieron por 2-0 en el partido femenino, pero cayeron 0-5 en el masculino, pero el resultado fue lo de menos.

El encuentro fue una fiesta que permitió "olvidar el pasado". El fútbol ha servido a Erison como primera piedra para restituir la igualdad de derechos en Kenema, una comunidad como tantas otras en Sierra Leona que todavía sufre las devastadoras consecuencias del ébola. Un largo camino queda para evitar "continuar sobreviviendo" y empezar a vivir, pero como dice Erison, "mientras tenga vida, tendré esperanza".