La caída en desgracia de Balanta coincidió y tuvo mucho que ver con el ascenso de otro central prometedor, Ramiro Funes Mori, que le apartó de la titularidad.
Su importancia en los cuatro títulos internacionales ganados por River en 2015 (Copa Sudamericana-Recopa-Libertadores-Suruga) le llevó a fichar por el Everton y a entrar en los planes del seleccionador de la Albiceleste Gerardo Martino, en la búsqueda de un central de garantías.
Por el contrario Balanta, que llegó a disputar un partido en el Mundial de Brasil 2014 en el que la selección colombiana maravilló, dio un paso atrás mientras su equipo levantaba títulos.
Hasta ese momento todo había ido muy rápido en la carrera del 'Coyote'. Jugaba con 18 años en el Academia Compensar, de la segunda división colombiana, cuando River le puso el lazo.
Un año después el técnico de entonces Matías Almeyda lo fue incorporando al primer equipo, con el que jugó 29 partidos en el curso 2013-2014.
Brillaba como un defensa técnico y exuberante en lo físico. Los grandes clubes de Europa empezaron a tantear su fichaje y se publicó que el Barcelona lo barajaba como un posible sustituto de su legendario capitán Carles Puyol.
Pero no encajó bien la presión y los vaivenes del fútbol, traducidos en su caso en que Funes Mori le desbancó de la titularidad.
Entró en un bache. Empezó a encadenar suplencias con errores importantes cuando le tocaba jugar. Joven introvertido, se refugió en sí mismo y no disfrutó de los mejores momentos del equipo.
En octubre, en un partido que River perdía 2-1 ante Chapecoense, Leo Ponzio avisó al técnico Marcelo Gallardo de que Balanta, que había cometido varios errores, no estaba bien.
El colombiano fue sustituido por Emmanuel Mammana y visiblemente enfadado golpeó su cabeza contra el banquillo antes de sentarse.
Tras la marcha de Funes Mori, Balanta llegó a Japón como titular en la zaga junto con el veterano Jonatan Maidana.
Tras 20 días sin competir, River no cuajó una buena actuación en semifinales ante el Sanfrecce Hiroshima, al que ganó por 1-0 con una actuación salvadora de su arquero y capitán Marcelo Barovero.
En la noche del miércoles, en el Nagai Stadium, el 'Coyote' volvió a carecer de firmeza, especialmente en dos de las tres grandes ocasiones que tuvieron los japoneses.
En la primera midió mal de cabeza un pase largo y dejó en disposición de disparar a Yusuke Minagawa.
Después fue encarado por Yusuke Chajima, que fue capaz de encontrar un hueco y disparar.
Cuatro días después podrá enmendar sus errores y demostrar todo su potencial ante las estrellas del Barcelona, el club al que se le vinculó.
"Quiero hacer algo grande por Colombia", dijo después de uno de los entrenamientos de River en Japón.
pm/iga
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