El calendario inicial de España en el Mundial ha sido plácido: Irán y Egipto. Para cualquier equipo es esencial comenzar el torneo ganando y la selección lo ha conseguido. Las noticias por el momeno son positivas, Orenga ha podido repartir minutos de juego para que todos cojan confianza, el equipo se acople y los jugadores importantes cojan ritmo de competición. Brasil será el primer obstáculo en serio y la primera gran piedra de toque para calibrar el momento de la selección española en el Mundial.
El equipo sudamericano también llega tras lograr dos victorias ante Francia e Irán. La canarinha es un equipo con calidad y veteranía que quiere recuperar el tiempo perdido y volver al primer plano internacional. Tras muchos años de 'ausencia', Brasil reapareció en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 con un equipo cuajado, con calidad, experiencia y un arma secreta. El quinto puesto que consiguió finalmente quizá se quedó corto para sus deseos y merecimientos.
España y Brasil se vieron las caras en Londres hace dos años y ganó Brasil, por 82-88, en un partido extraño en el que pareció que nadie quiso ganar para evitar así un, entonces, hipotético cruce con Estados Unidos en semifinales. España no forzó la máquina, perdió y los sudamericanos cayeron contra los estadounidenses. Brasil ahora quiere 'vengar' aquella victoria y casi el único aspecto diferenciador con respecto a aquel partido de hace dos años es la presencia en Brasil de Nenê Hilario, lo que fortalece su rebote y su fuerza bajo los aros.
Y es que aunque haya llegado al Mundial vía 'wild card' (invitada por la FIBA tras no clasificarse por el Sudamericano), el conjunto de Magnano es temible, especialmente en la pintura. Marcelinho Huertas, Raulzinho Neto, Tiago Splitter, Anderson Varejao y Rafael Hettsheimeir tienen presente o pasado en la Liga española y son más que conocidos. Y junto a Alex Garcia y Leandrinho Barbosa conforman un equipo poderoso, que tras su victoria ante Francia, en la primera jornada, les hace ser serios aspirantes a medalla. Barbosa, el alero de los Suns, es un bombardero con un alto porcentaje de acierto.
Esa es una ventaja de los sudamericanos respecto a España, que aún se tiene que medir ante el campeón de Europa, Francia en el cuarto partido. La selección de Orenga tiene que demostrar su fortaleza en el juego interior para negar las canastas fáciles de Varejao, la primera amenaza de España en el Mundial.
La selección ha tenido la oportunidad de repartir minutos en los dos primeros partidos y los hombres importantes deben llegar en plenas facultades físicas y sin los nervios del anfitrión en los primeros partidos. Ibaka ya está totalmente recuperado y ante Egipto demostró estar un escalón por encima del resto. La debilidad defensiva de los africanos le permitió puntos fáciles, pero tampoco tuvo que forzar la máquina. La selección que gane se acercará al primer puesto del grupo.
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