La saga Molina continúa en el waterpolo nacional

Rafael Peña

Ceuta, 8 oct.- Desde que Guillermo Molina irrumpió en el waterpolo español cuando tenía 17 años -hace ya trece-, este apellido ha estado ligado a este deporte, pues ahora dos de sus hermanos continúan sus pasos en la máxima categoría nacional.

Se trata de Miguel Ángel Molina (Ceuta, 1989) y de Francisco Molina (Ceuta, 1993), los cuales acaban de estrenarse en la División de Honor de waterpolo en las filas del Club Natación Poble Nou catalán.

Los dos hermanos pequeños del capitán de la selección española de waterpolo han optado por salir fuera de Ceuta para intentar conseguir labrarse un futuro en este deporte, siguiendo los pasos de Guillermo Molina.

"Estoy en el Poble Nou para mostrarme al mundo y al seleccionador -Gaby Hernández- ya que la División de Honor es el principal escaparate y espero que algún día quieran contar conmigo en la selección", ha afirmado a Efe Francisco Molina.

El CN Poble Nou debutó el pasado domingo con una derrota en su piscina ante el CN Mataró (6-13) en un partido donde ninguno de los dos hermanos pudieron anotar aunque sí tuvieron la oportunidad de debutar en la máxima categoría.

En el caso de Francisco lo hizo tras jugar cuatro años en el Club Natación Caballa de Ceuta tanto en Tercera División como en Segunda División.

Francisco ya ha tenido la oportunidad de defender la elástica de España en un torneo internacional júnior en la temporada 2009-2010 donde jugó dos partidos y anotó un gol.

"Estoy muy ilusionado y espero estar a la altura. Jugar en Barcelona es otro ritmo, otro mundo y espero que todo vaya muy bien", ha destacado.

Miguel Ángel Molina, por su parte, ha dado el salto también a la máxima categoría después de militar en las filas del Club Natación Caballa.

Mientras, su hermano Guillermo cumple la octava temporada en Italia, ahora en las filas del AN Brescia, al que regresó el pasado verano después de estar en ese club desde 2007 a 2009, ya que después también jugó posteriormente tres temporadas en el Pro Recco y uno en el Florencia.

Guillermo, de 30 años, es el espejo de sus dos hermanos, quienes intentan que la "saga Molina" vuelva a dar de que hablar en el waterpolo nacional.