Un titulo en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 que corrió más peligro que nunca para galos y nórdicas en los cuartos de final, pues si Francia selló ante España su acceso a la lucha por las medallas con un milagroso gol de William Accambray en el último segundo, Noruega tuvo que remontar los seis tantos de ventaja de los que llegó a disponer Brasil en la segunda mitad.
Ni franceses ni noruegas, revivirían los apuros tras dejar con "comodidad" en el camino a Corea del Sur y Croacia, hasta llegar a la final, en la que las nórdicas se impusieron por 26-23 a Montenegro, mientras Francia hizo lo propio ante Suecia por un ajustado 21-22.
El conjunto sueco, pese al buen trabajo del portero Johan Sjostrand y el central Jonas Larholm, volvió a quedarse a las puertas de una medalla de oro, que ya se le resistió hasta en tres ocasiones consecutivas -Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sydney 2000- a la legendaria selección nórdica de la década de los noventa.
Mucho más dulce fue la derrota en el partido decisivo para la selección de Montenegro, que en su primera participación en unos Juegos Olímpicos logró una medalla de plata con la que homenajear a la gran Bojana Popovic, que se despidió del balonmano en activo tras la final.
Si hay una medalla que sacia por completo las aspiraciones de un equipo en estos Juegos Olímpicos de Londres es el bronce conquistado por la selección española femenina de balonmano, que culmina el impresionante ciclo iniciado por las de Jorge Dueñas hace cuatro años, y que sirve para asentar definitivamente a España entre la elite mundial. Un bronce, que como todo en estos Juegos, llegó no sin sufrimiento para el conjunto español, que tuvo que aguardar hasta la segunda prorroga para derrotar a Corea del Sur, el equipo que le venció en la primera jornada del torneo, por un ajustado 29-31.
Por contra, el tercer puesto apenas sirve para cubrir las elevadas expectativas que había generado Croacia, tras una imponente primera fase que los balcánicos cerraron con pleno de victorias, tras golear entre otros, a Dinamarca (32-21) y Serbia (31-23). Sin embargo, al igual que ha ocurrido en los últimos años, el conjunto croata se vino abajo cuando tuvo enfrente a Francia, que se impuso por 25-22 a los balcánicos en una semifinal, en la que naufragaron por completo los Cupic, Duvnjak o Kopljar.
Los de Slavko Goluza pudieron resarcirse del varapalo con la consecución de la medalla de bronce, tras imponerse por 26-33 a Hungría, un consuelo que ni tan siquiera tuvo Dinamarca, que llegaba a Londres con el cartel de máxima favorita, y que ni tan siquiera pudo superar los cuartos de final.
Misma ronda en la que se despidió la selección española, aunque con sensaciones completamente diferentes, ya que si los de Valero Rivera evidenciaron, pese a la derrota (22-23) ante Francia, estar en disposición de pelear por las medallas, el tropiezo sufrido por los daneses ante Suecia (22-24) agravó la impresión de oportunidad perdida.
La selección argentina, que debutó en Londres en unos Juegos Olímpicos, tuvo en su mano alcanzar los cuartos de final, pero los de Eduardo Gallardo, quizá atenazados por la presión, fallaron (23-25) ante Túnez, lo que impidió a los "Gladiadores" cerrar su primera aventura olímpica con un histórico diploma.
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