El período de gracia acabó para Infantino

El período de gracia ha tocado a su fin para Gianni Infantino. Elegido en febrero presidente de la FIFA para reformar un ente gangrenado por la corrupción, sus tres primeros meses de mandato están lejos de generar unanimidades, y las acusaciones de corrupción arrecian.

"La crisis está terminada", afirmó el sucesor de Joseph Blatter el 13 de mayo durante el Congreso de la FIFA en México. El dirigente italosuizo de 46 años quizá se precipitó en su valoración.

Desde entonces Infantino, antiguo brazo derecho de Michel Platini en la UEFA, ha sido objeto de ataques repetidos en la prensa. Hace unos días, el periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung afirmó que rechazó el salario que se le asignó por considerarlo insuficiente.

El jueves, el rotativo alemán Die Welt afirmó que Infantino podría ser objeto de una investigación por parte de la comisión de ética. Según el periódico, el máximo mandatario del fútbol podría ser suspendido 90 días de forma provisional.

Según Die Welt, Infantino habría pedido la destrucción de una copia de la grabación de unos minutos de una reunión del comité ejecutivo de la FIFA en la que discutía sobre sus emolumentos.

"No se ha abierto ningún proceso formal contra Infantino", indicó el portavoz de la cámara de investigación de la comisión de ética, Roman Geiser, en un correo electrónico enviado a la AFP.

La FIFA precisó que "conforme a la práctica [habitual], todas las reuniones oficiales (...), entre ellas las del Consejo, se graban y se archivan".

"Este fue el caso de la reunión de México", añadió la instancia, precisando que el "intercambio de correos" se refiere a la destrucción de una copia de las grabaciones originales archivadas de manera no conforme en un servidor local" y no se refiere a "la grabación oficial archivada". "Ese archivo existe y se conserva en la FIFA", añadió la Federación Internacional.

Infantino aún no ha superado la barrera de los 100 días pero el contexto a su alrededor es tenso.

Al día siguiente del primer congreso que presidió, en México, Domenico Scala, presidente de la comisión de auditoría presentó su dimisión, de conformidad con la FIFA. Figura relevante de las reformas emprendidas tras destaparse el escándalo a gran escala a finales de mayo, puso en duda la independencia de los órganos de investigación interna de la instancia.

En ese 66º Congreso, Infantino hizo adoptar una enmienda que transfería al gobierno de la FIFA el poder de nombrar o de destituir a los presidentes de la comisión de ética o de auditoría. Algo que, para Scala, "priva a dichos órganos de su independencia", y "destruye una de las garantías esenciales de la reforma".

Durante el mismo congreso, Infantino, nacido cerca del pueblo natal de Blatter, sorprendió al mundo del fútbol con la nominación para el puesto de Secretario General de la senegalesa Fatma Samba Diouf Samoura.

Esta diplomática de 51 años, que pasó los 21 últimos años en las Naciones Unidas, mantiene una amistad con el exjugador camerunés Roger Milla, pero carece de experiencia en la gestión deportiva, algo que ya le se ha reprochado, antes incluso de que asuma oficialmente el cargo el 15 de junio.

A todo ello hay que añadir las investigaciones recientes sobre la UEFA, en las que aparece Infantino citado en los Papeles de Panamá por unos contratos firmados en 2006, cuando era director del servicio jurídico de la UEFA y gestionaba los derechos de televisión junto a dos argentinos inculpados por la justicia estadounidense posteriormente.

"Infantino es táctico, pero no es un estratega", estima un antiguo dirigente. En cuanto a Blatter, se muestra prudente al hablar de su sucesor: "No quiero juzgar todavía a Infantino, tiene que pasar tiempo".

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