Seguridad ante la Covid

La salud de las jugadoras, prioridad en el arranque de la liga nacional de rugby

La competición femenina echa a andar el próximo fin de semana con un detallado y minucioso protocolo para respetar todas las medidas de prevención contra el coronavirus. El objetivo, acabar la temporada.

El equipo de rugby femenino de Majadahonda parte como uno de los más fuertes de la liga.
El equipo de rugby femenino de Majadahonda parte como uno de los más fuertes de la liga.
Jaime Díaz-Rugby Majadahonda

La última liga femenina de rugby, como ocurrió con otras competiciones, bajó la persiana antes de tiempo y de forma precipitada. Se optó en un principio, al contrario de lo ocurrido en División de Honor masculina, por determinar a las campeonas mediante la disputa de unos play offs. Total, que ante las críticas, la Federación Española de Rugby (FER) dio su brazo a torcer y reconoció como ganadoras al Universitario de Sevilla, el equipo que lideraba la clasificación regular cuando se suspendió la competición. 

El próximo fin de semana arranca de nuevo con ocho equipos. Cuatro madrileños (CR Majadahonda, CR Cisneros, XV Sanse Scrum y CR Olímpico Pozuelo), un gallego (CRAT de A Coruña), un andaluz (Universidad de Sevilla), además de los recién ascendidos Eibar RT (País Vasco) y Les Abelles (Comunidad Valenciana). Disputarán siete partidos en la fase regular, esto es, será una sola vuelta en la que se enfrentarán todas contra todas y una segunda fase que se divide en dos grupos. El primero, los que van del puesto 1 al 4, deberán jugar otros tres partidos cada uno para dilucidar el campeón y del otro cuarteto saldrá el equipo que descienda de forma directa y otro que promocione con el segundo clasificado de la Liga de Honor B. 

La Federación ha establecido de cara a esta temporada un protocolo bastante estricto, y al mismo tiempo necesario, para evitar en la medida de lo posible dar otra vez por concluida la liga antes de tiempo. Así, entre otras muchas cosas, se pide a las jugadoras que eviten saludos o muestras de afecto y a los clubes que mantengan la higiene y desinfección de sus instalaciones "para la práctica deportiva de manera escrupulosa"

La lista de recomendaciones es larga y minuciosa. Va también desde que no se comparta una botella de agua a que se extremen todas las atenciones sanitarias. Eso incluye a los equipos arbitrales "y demás personas que participan en el desarrollo del encuentro". Asesorada por su Comisión Médica y las autoridades sanitarias, la FER exige además a todos los deportistas y participantes (staff, delegados o árbitros) una prueba de la Covid homologada por las autoridades sanitarias con anterioridad a la celebración de cada partido. 

Con todas estas precauciones dentro de siete días arranca una nueva edición de liga que en sus diferentes denominaciones ha tenido desde 1989 a doce ganadoras distintas: INEF Barcelona (11), Olímpico Pozuelo (3), CRAT A Coruña, Alcobendas, Majadahonda, Getafe, L´Hospitalet, Liceo Francés, Getxo, UCM (2) y Universitario de Sevilla y CEU de Barcelona (1).

El caso del Avia Eibar

El Avia Eibar, como explica su jugadora Asmae Ourdi, se planteó hace cuatro años si querían seguir en el rugby como si fuera un hobby o intentar ser competitivas. "Nos reunimos y apostamos por cambiarlo todo, así que ahora entrenamos tres días a la semana y aparte otros cuatro vamos al gimnasio". El trabajo ha dado sus frutos porque en tiempo récord han llegado a División de Honor. Esa bisoñez les puede pasar factura al principio, de ahí que Ourdi meta en el grupo de favoritas al título a otros equipos como el Olímpico, a las actuales campeonas del Universitario de Sevilla o al CRAT "porque ya llevan jugando muchos años al más alto nivel". 

Miedo a nadie, pero sí respeto a todos los equipos. "Somos un conjunto súperdiverso –dice la jugadora- porque aunque la mayoría somos de Eibar el boom de jugar en División de Honor ha atraído a chicas de otros sitios como Gernika, Hondarribia"..., Todo eso, al margen de los fichajes como el de la surafricana Babalwa Latsha y los de Bárbara Plá o Iera Etxebarria, "que van a jugar con nosotras cuando no estén concentradas con la selección española".

Las buenas noticias no acaban ahí, porque este fin de semana Aleu Cid, Nerea García y Amaiur Mayo que ya estaban en el equipo, se estrenan en la categoría estrellas DH Iberdrola. Al grupo se acaba de unir también Ainhoa Arambarri que, en busca de "algo diferente", se ha pasado de la noche a la mañana de la gimnasia rítmica al rugby "y ahora está adaptándose a un nivel más adecuado". Asmae, natural de Marruecos, llegó a Eibar con seis años. Antes lo había hecho su padre que cruzó el Estrecho en patera para "buscarse la vida" primero en Andalucía y años después en el País Vasco. Luego vinieron la madre, ella y sus tres hermanos. Ahora, la familia ha crecido porque ya son cinco hermanos (cuatro chicas y un chico).

Pese a sus orígenes, se expresa al hablar con un indisimulado acento vasco. "Siempre me ha encantado el deporte y por eso jugaba al fútbol –recuerda- hasta que conocí a Ainara Letona, una antigua jugadora de la selección española, que me convenció para que probara con el rugby". Y se lo tomó en serio. "Fue lo mejor que he podido hacer", recalca. 

La tercera línea eibartarra milita en un equipo "súperjoven" y "muy competitivo". De las 30 jugadoras, solo seis tienen más de 22 años y, según Asmae, su punto fuerte es la contundencia que muestran en defensa "porque al ser muy pequeñitas eso nos da ventaja para desarrollar la agresividad defensiva". 

El CRAT A Coruña

La primera gallega en jugar con Las Leonas "cuando nadie se tomaba en serio al rugby femenino de Galicia" fue Elena Roca. Ahora la presencia de gallegas se ha doblado (Paula Medin y Mónica Castelo), "aunque no hace mucho llegó a haber hasta siete", presume Elena. Lleva cuatro años apartada de los terrenos de juego y ahora mata el gusanillo como directora técnica y entrenadora del CRAT, "el club al que siempre he sido fiel". 

Es la memoria viva del rugby en Galicia después de casi un cuarto de siglo vinculada a un deporte "que me lo ha dado todo". Junto a Jos Portos, lleva un grupo de más de 35 chicas, muchas de ellas de entre 18 y 20 años. "La mayoría son de aquí aunque también tenemos jugadoras de fuera que han venido a estudiar, así que van a estar aquí varios años ayudando a dar forma y a que crezca el equipo", dice. Aunque el CRAT ya ha ganado dos veces la liga de División de Honor, Helen, como se le conoce en el mundo del rugby, elude la presión y otorga el rol de favoritas a las chicas de Majadahonda, "que tiene muy buena base" y a Las Cocodrilas. 

Para esta temporada, "que va a ser atípica ya que ni siquiera sabemos si va a terminar la competición", han fichado a Maisie, una internacional sub 20 con Inglaterra, a Paula Requena que juega con Las Leonas y a otras chicas con buen curriculum como Claudia Barrio, Mónica Martí o Elena Martínez. Como en el resto de los clubes, "y aunque parezca un poco increíble si estás en División de Honor", todos en la entidad gallega son amateurs "tanto directivos, como técnicos o jugadores", así que el dinero que reciben de los patrocinadores va para sufragar gastos federativos, de material deportivo o de desplazamientos. 

A esos costes se suman ahora los tests serológicos, que en Galicia son obligatorios cada 14 días, por lo que solo en el equipo de chicas se gastan 800 euros al mes sumados a los 3.000 que tienen que sufragar en PCRs antes de que empiece la competición. Al margen de las cuestiones pecuniarias, el CRAT apuesta por dar visibilidad a su trabajo en las redes sociales. El club es tan proactivo y cuenta con gente tan "experta" que, como afirma la entrenadora, "algunos se piensan que aquí todos somos profesionales", pero lo cierto que todas están allí "por amor al rugby". 

Bajo su premisa de que un club no son solo los directivos "porque también lo es hasta la última jugadora en llegar", aún echa de menos la época "en la que hasta íbamos por la calle fichando jugadoras". Y lo dice alguien que llegó al CRAT en 1997, el mismo año que desapareció hasta 2010 la sección femenina por falta de gente y para poder competir tuvieron que formar un equipo como Universidad de A Coruña. 

Rugby Majadahonda

En Majadahonda José Antonio Cabanas y Nacho del Río tienen desde hace cuatro años entre sus manos un proyecto deportivo cuyo objetivo es consolidar "pasito a pasito" un equipo con una base competitiva "fuerte" para que, como señala Del Río, "no se vaya año a año poniendo parches". El club es uno de los históricos en el rugby femenino. Ganó en 1993 y 1994 dos ediciones seguidas de la liga pero este siglo no ha conseguido aún aumentar su palmarés. Para esta temporada han incorporado gente de fuera como Teresa Bueso (internacional con el equipo seven), y también a Bruna Elías y Marta Cantabrana, ambas internacionales en la categoría de sub 18 o a otras chicas que la temporada pasada estaban en División de Honor B con el Hortaleza. 

Del Río, segundo entrenador del equipo, rechaza de plano la idea de proyectos "cortoplacistas" porque su apuesta para ser competitivos pasa por consolidar la estructura y el staff técnico del club. "Así se puedan ir sumando más chicas", subraya. Los brotes verdes se aprecian en la última convocatoria de Las Leonas para el partido de este fin de semana. Hay tres jugadoras del Majadahonda (Marta Estelles, María Losada y Lucía Díaz), "y seguro que hubieran ido otras dos más pero están lesionadas", añade. 

Ambos técnicos cuentan con un grupo de unas 70 chicas, de las cuales 30 son del grupo de alto rendimiento para la primera plantilla, aunque son conscientes de que cuando coincidan los partidos de liga con los de la selección no van a poder contar con las internacionales. Esta temporada "tan atípica" la empezaron a planificar en el mes de abril. Así, las jugadoras se estrenaron en julio con los ejercicios individuales en el gimnasio y hasta finales de agosto no entrenaron de manera conjunta "con mucho cuidado y siempre con mascarilla". Hasta la fecha no han tenido problemas "más allá de los permisos que tuvimos que pedir al ayuntamiento para acceder a las instalaciones" o las autorizaciones que se han visto obligados a conseguir del club y de la Federación para seguir entrenado por el confinamiento sanitario de Majadahonda durante las últimas semanas. 

Con este panorama, Del Río no tiene un favorito claro para ganar la liga porque "los clubes que tradicionalmente traían chicas de fuera, estoy seguro que han tenido que buscar fichajes dentro de España y no sabemos cómo están ya que muchos solo han podido jugar un amistoso". Reacio a hacer un pronóstico, al final admite que Cisneros y el Universitario de Sevilla "están trabajando muy bien". 

Ya por último el segundo técnico del Majadahonda cree que en el plano divulgativo "las cosas en el rugby femenino se están haciendo mucho mejor estos últimos años" y que de continuar el apoyo de Iberdrola o de cualquier otra gran empresa a corto o medio plazo "hará que el rugby tenga una mayor visibilidad".

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