Ramos acude a su cita con el descuento con un gol que puede valer una Liga (1-1)

Ramos acude a su cita con el descuento con un gol que puede valer una Liga (1-1)
Ramos acude a su cita con el descuento con un gol que puede valer una Liga (1-1)
AFP.
Diego Mariño

El Clásico es un partido para jugadores importantes. Messi y Ronaldo estaban llamados a filas pero el protagonismo se lo robaron dos españoles. Iniesta cambiando la orientación del partido saliendo desde el banquillo y Sergio Ramos siempre fiel a su cita con goles importantes en los últimos minutos. En el Clásico de la intensidad y no del juego, el central empató con un cabezazo in extremis y mantiene la ventaja del Madrid en La Liga. Cristiano perdona en 45 minutos de poco fútbol

Solo hubo que esperar tres minutos para conocer qué tipo de partido se iba a ver en el Camp Nou. Los mejores futbolistas del mundo estaban sobre el tapete pero ellos no eran los que iban a brillar, sino las interrupciones.

En el minuto tres, Mascherano se pasó de largo y derribó a Lucas Vázquez en el área. El penalti pareció claro pero Clos Gómez no señaló nada. La polémica estaba servida y no había hecho nada más que empezar.

El 4-2-3-1 presentado por Zidane con Ronaldo por la izquierda e Isco por detrás de Benzema estaba cortocircuitando la circulación de balón de los azulgranas, que tenían al futbolista que podría hacer cambiar la película en el banquillo: Iniesta.

Solo los destellos de Neymar en la banda izquierda dieron sensación de peligro para los locales. En una de esas acciones, Sergi Roberto remató de volea y reclamó mano de Ramos, aunque el de Camas despejó con el pecho. 

Ni Messi ni Ronaldo habían aparecido. El argentino estaba siempre con tres jugadores encima y el luso hizo su aparición 'estelar' con un cabezazo flojo a las manos de Ter Stegen.

Cuando las faltas constantes lastraban el espectáculo, una luz iluminó el túnel. Luka Modric se erigió en un mediocentro recuperador excepcional, cortando líneas de pase y lanzando contragolpes.

De sus botas nacieron las mejores ocasiones de un Madrid cada vez más cómodo. Primero un tiro de Marcelo tras varios rebotes y después un cañonazo de Ronaldo desde la izquierda que Ter Stegen desvió a córner. 

El '7' del Real Madrid, que llegaba al Clásico en un ambiente enrarecido por las supuestas evasiones fiscales en lo que se refiere a sus derechos de imagen, demostró no estar afectado y en la siguiente acción el Camp Nou temió por su gol cuando regateó a dos rivales y tiró forzado. Ter Stegen llevó la relajación a la grada atrapando la pelota.

El único motivo para creer del público azulgrana fue un centro de Jordi Alba que golpeó en el brazo derecho de Carvajal. Un penalti no señalado como el de Mascherano a Lucas en los primeros instantes. 

Faltaban 45 minutos para remediar un juego global nefasto. El choque estaba para Iniesta.Ramos devuelve el gol a Suárez

El de Fuentealbilla entró al terreno de juego en el minuto 59, pero para entonces el viento ya soplaba a favor del Barcelona.

Los de Luis Enrique salieron a presionar arriba ganando los duelos directos con sus rivales, justo una faceta en la que los de Zidane los habían hecho trizas en el primer acto. 

Fruto de ese ímpetu los azulgranas arrancaron una falta en la banda izquierda que sería decisiva. Neymar puso el cuero en el corazón del área pequeña y Suárez remató solo para superar a Navas y desatar la locura en el Camp Nou.

Los culés habían resistido a la primera mitad y ya mandaban en el marcador pudiendo salir a la contra con un Madrid obligado a atacar.

Con Iniesta en el terreno de juego, y con un cambio de Zidane que le hizo mal a su equipo (Casemiro sustituyó a Isco en el 65'), el Barça pudo cerrar el choque.

Neymar recibió, encaró a Carvajal, le rompió la cintura y cuando el público ya cantaba el gol, disparó por encima del larguero. 

Luis Enrique no se lo podía creer en la banda, pero su equipo estaba (ahora sí) bien plantado. El propio Neymar gozó de otra ocasión instantes después que esta vez neutralizó Kovavic.

Estaban destinados a sufrir los corazones culés. Sus jugadores creaban peligro pero no lo materializaban. Ni siquiera Messi. Iniesta le dio un pase en forma de caramelo pero ni con esas superó a Navas en el uno para uno.

El que perdona la paga y más ante un Real Madrid especialista en los últimos minutos. Ramos, el hombre del minuto 93, remató una falta a la red en el 90' devolviéndole el gol a Suárez y sacando tajada de Barcelona.

Un gol que aumenta la racha de partidos sin perder del Real Madrid a 33 y que puede valer una Liga. El Madrid mantiene la ventaja de seis puntos sobre el Barcelona.

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