Garzón, Garcés y Guzmán, premiados por la mujer en la que se basó "Missing"

  • Joyce Horman, la viuda del periodista asesinado en el golpe de Estado chileno que inspiró la película "Missing", premió esta noche en Nueva York al exjuez Baltasar Garzón, al asesor de Salvador Allende, Joan Garcés, y al juez jubilado Juan Guzmán Tapia por sus acciones legales contra Pinochet.

Nueva York, 9 sep.- Joyce Horman, la viuda del periodista asesinado en el golpe de Estado chileno que inspiró la película "Missing", premió esta noche en Nueva York al exjuez Baltasar Garzón, al asesor de Salvador Allende, Joan Garcés, y al juez jubilado Juan Guzmán Tapia por sus acciones legales contra Pinochet.

Joyce Horman, que en la película "Missing", de Costa Gavras, estaba interpretada por Sissy Spacek, presentó una gala precedida por dos mesas redondas que han analizado los efectos de la detención del general Augusto Pinochet el 16 de octubre de 1998 con cargos de violación de los derechos humanos y en la que Garzón ha recordado cómo llevó a cabo aquél hito para la jurisprudencia internacional cuando Pinochet viajó a Reino Unido para un reconocimiento médico.

El exjuez español, a última hora de un viernes y ante el único funcionario que quedaba en el juzgado, envió la orden de arresto a la Policía británica, se fue a las fiestas de Jaén, acudió a una corrida de toros y esa misma noche lo llamaron desde Londres informándole de que la Policía había aceptado la causa. Su hija de 16 años le tuvo que ayudar a traducir algunos de los documentos.

"Los jueces no tienen que ser héroes, pero hay determinados momentos en los que la Justicia tiene que dar ese paso adelante", aseguró Garzón, quien ahora esta defendiendo a Julian Assange en el caso WikiLeaks, en declaraciones a Efe.

Pese a que Pinochet murió antes de ser juzgado, Garzón celebra que "perdiera la inmunidad diplomática en Chile, que los jueces le pudieran investigar, que el juez Guzmán lo procesara y lo indagara varias veces. La muerte le sobrevino y lo impidió, pero yo creo que Pinochet estaba juzgado".

Garzón, suspendido como juez en España y quien recibió el premio con un mensaje previo por video de Costa Gravras, director de "Missing", recordó cómo la primera vez que se manifestó en una España todavía bajo la dictadura de Francisco Franco fue cuando sucedió el golpe de Estado de Pinochet, del que este miércoles se cumplen 40 años.

Contento de que en aquél momento "España abriera los ojos a otros países que, por cuestiones políticas y económicas, no podían aplicar la justicia", lamentó también que ahora esa misma España la que "cierra los ojos cuando ha tenido que mirarse a sí misma" y ha querido ceder el mérito de la detención de Pinochet a otro de los premiados, el abogado valenciano Joan Garcés.

Garcés, quien era asesor personal de Salvador Allende la noche en que fue bombardeado el palacio de La Moneda, la sede presidencial chilena, recibió un mensaje del todavía presidente antes de morir: "Usted es el único que puede contar lo que ha pasado a todo el mundo".

Veinticinco años después, fue él el que avisó a Garzón de las posibilidades de abrir un proceso contra Pinochet. El mensaje de Garcés fue una llamada a continuar la lucha.

"Lo que nos debe preocupar es que los mecanismos para cometer crímenes de terrorismo, genocidio y tortura sistemática puestos en práctica en la dictadura de Pinochet están teniendo manifestaciones hoy en día en el ámbito planetario, especialmente después del ataque a las Torres Gemelas de Nueva York en 2001", aseguró Garcés

Su premio fue introducido también por video por el cineasta chileno Patricio Guzmán.

Finalmente, desde la perspectiva chilena, el juez Guzmán Tapia, que se hizo cargo de la primera querella presentada en Chile contra Augusto Pinochet, se mostró más satisfecho con los efectos de un caso inacabado pero no por ello meramente simbólico.

"La verdad quedó reestablecida. Hoy en día nadie puede decir que en Chile no hubo más de 3.000 personas asesinadas, más de 1.200 desaparecidos y más de 40.000 personas directamente torturadas. Hoy en día se sabe fehacientemente y se consiguió que la gente creyera nuevamente en la justicia", afirmó.

En la ceremonia de hoy también estuvo también presente la viuda de Víctor Jara, Joan Jara, quien lloró en el escenario al recordar al cantautor, una de las primeras y más famosas víctimas de la dictadura de Pinochet, y contra cuyo asesino acaba de abrir ahora un recurso legal en Estados Unidos y espera tramitar la extradición a Chile.

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