Según las informaciones recogidas por el diario 'Jeune Afrique', la delegación debía viajar a través de Ruanda entre el 9 y el 10 de julio de camino a Camerún.
Por ello, el Ministerio de Exteriores francés presentó las solicitudes de visado en la Embajada ruandesa en París, así como su recorrido de viaje, con una bandera de cada país que iban a visitar. En el caso de Ruanda, era la que oficial hasta 2001.
Fuentes oficiales francesas citadas por el diario han señalado que "sólo es un aplazamiento, no un problema diplomático", apuntando a un error administrativo.
Por su parte, fuentes ruandesas han desvelado que París ha argumentado que "las banderas se generan por un sistema informático", agregando que "si el sistema en el Ministerio de Exteriores genera una bandera ruandesa que no ha estado en uso desde hace más de 15 años, parece haber una cierta nostalgia".
Las relaciones entre ambos países han registrado un ligero aumento de las tensiones en los últimos meses, y en noviembre de 2016 las autoridades de Ruanda publicaron una nueva lista con los nombres de 21 oficiales del Ejército de Francia a los que acusa de participar de alguna manera en el genocidio de 1994.
Entre los acusados está el ex jefe del Estado Mayor de Francia Jacques Lanxade y el general Lafourcade, comandante de la 'Operación Turquesa'. El documento fue publicado poco después de que la Justicia francesa pidiera reabrir la investigación sobre la muerte del exmandatario Habyarimana Juvenal tras el derribo de su avión, que desató el genocidio.
El presidente de Ruanda, Paul Kagame, criticó a Francia por la decisión, resaltando que "el sistema judicial de Ruanda no está subordinado a Francia o a los intereses franceses". "Debería ser Francia quien fuera juzgada y no Ruanda", remachó.
El exjefe del Estado Mayor de Ruanda Faustin Kayumba Nyamwasa, ahora exiliado, ha acusado a Kagame de estar implicado en el derribo del avión en el que viajaba Juvenal, de etnia hutu, junto al entonces presidente de Burundi, Cyprien Ntaryamira.
La muerte de Juvenal liberó las tensiones étnicas acumuladas en Ruanda durante décadas y desencadenó un genocidio que se saldó con 800.000 víctimas mortales, la mayoría tutsis, aunque también fallecieron hutus moderados.
Kagame ha negado las acusaciones de Nyamwasa, que se hicieron públicas por primera vez en 2012, después de que intentaran matar al exlíder militar en Sudáfrica, y ha afirmado que Juvenal fue asesinado por sus propios seguidores porque no estaban de acuerdo con el acuerdo de paz que negociaba con los rebeldes liderados por el hoy presidente ruandés.
La investigación francesa se remonta a 1998, impulsada por una demanda de las familias de los tripulantes franceses que murieron en el derribo del avión en el que viajaba Juevnal. Sin embargo, ha sido cerrada dos veces por las dificultades para recabar pruebas.
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