Álex Cruz, las turbulencias del español que más alto vuela: de Vueling a BA

  • En Reino Unido acusan al español de ser el culpable de los más de mil retrasos y cancelaciones que han dejado a 75.000 personas sin poder volar en tres días.

    El que fuera presidente de Vueling despidió a 700 técnicos al llegar a British Airways y externalizó los servicios informáticos a la India.

Álex Cruz, las turbulencias del español que más alto vuela: de Vueling a BA
Álex Cruz, las turbulencias del español que más alto vuela: de Vueling a BA

El señalado por los británicos como el culpable del caos que ha afectado a 75.000 pasajeros de la aerolínea British Airways (BA) es español (Bilbao, 1966) y se llama Álex Cruz. Un referente en el sector aéreo que tomó el cargo de presidente de la compañía en abril de 2016 después de alcanzar el éxito con la filial Vueling, donde dejó una herencia envenenada que están pagando sus sucesores. Muchos se preguntaron entonces por su 'ascenso' y ahora las preguntas se han convertido en ataques salvajes contra sus métodos de trabajo.

La estrategia del español más influyente del sector siempre ha estado basada en el ahorro de costes, lo que le sirvió en las dos compañías 'low cost' que presidió (Clickair y después Vueling), pero no parece servirle en la mayor aerolínea británica. Siempre estudió al detalle el modelo de Michael O'Leary, consejero delegado de Ryanair, que reinventó el sistema para aumentar la rentabilidad. Sin embargo, los británicos le piden que continúe con la línea de éxito marcada por Keith Williams, que llevaba 18 años como presidente de BA, y que no enarbole la bandera del ahorro después de que la compañía haya sufrido más de mil cancelaciones y retrasos en todo el mundo por una avería en el sistema informático.Externalizó los servicios informáticos

Una de las primeras decisiones de Álex Cruz al tomar el cargo en la aerolínea británica fue la de despedir a 700 técnicos que trabajaban en Gran Bretaña y externalizar los servicios informáticos a la India para ahorrar costes. Por ello, el sindicato GBM le culpa de todos los males de BA. Le acusan de reducir los gastos para competir en precios con Easyjet o Ryanair en vez de hacerlo con Lufthansa o Air France, su competencia directa. Desde la compañía han rechazado que este trasvase tenga cualquier tipo de influencia en el devenir del proyecto, sin embargo, no es la primera vez en los últimos meses que sufren problemas informáticos. El propio Álex Cruz ha afirmado a Sky que "los problemas han surgido en Reino Unido y están siendo solucionados por equipos locales, así que en este caso la decisión de externalizar los servicios no es la razón de los problemas".

Pero esta vez los incidentes han tenido una repercusión mundial. Este lunes British Airways afrontaba su tercer día de caos y superaba el millar de vuelos afectados, especialmente en la terminal 5 de Heathrow, pero también en los más importantes aeropuertos de Europa, incluidos los de España. Según Bloomberg, estas incidencias podrían costarle a la compañía hasta 180 millones de euros debido a que tendrán que compensar a sus clientes. Además, en España, IAG, la empresa matriz de British Airways e Iberia, cerró con un retroceso del 2,78% la sesión del lunes, día festivo en la Bolsa de Londres.No le gustan los chivatos

En un vídeo compartido por la compañía, Álex Cruz achaca las incidencias a "un problema de suministro eléctrico" similar al que sufrió Delta en 2016 y no a "algún ciberataque" que sus informáticos de la India no hayan sabido resolver, como especula la prensa británica. El español se disculpó con los pasajeros y se comprometió a "agilizar los reembolsos para las personas que decidan que ya no quieren viajar". 

En una entrevista concedida a la BBC, ha asegurado que no se plantea dimitir y que se va a centrar en conocer "por qué no entró en funcionamiento el sistema de apoyo".pic.twitter.com/jwNe6MWXej— British Airways (@British_Airways) 28 de mayo de 2017

Pero también ha dejado un mensaje claro, conciso y directo para los empleados a través de un correo electrónico al que BA ha dado veracidad. No le gustan los chivatos: "Chicos, estéis participando en las labores para arreglar esta situación o no, no estamos en el modo 'hablemos de ello' sino en el de 'vamos a solucionarlo'. He estado respondiendo mensajes de algunos compañeros, os agradezco el apoyo, y he terminado un vídeo para la prensa y otro para nosotros. Ya que estáis tan interesados en lo que está ocurriendo hoy me preguntaba si alguno querría ayudar en el aeropuerto de Heathrow o en el de Gatwick. Mientras tanto, si no queréis o no podéis involucraros os pediría amablemente que os abstengáis de realizar comentarios a no ser que sea para brindar vuestro apoyo a los miles de compañeros que aman BA tanto como vosotros. Gracias".Me preguntaba si alguno querría ayudar en los aeropuertos de Heathrow o Gatwick. Si no queréis o no podéis, os pediría que os abstengáis de realizar comentarios"'Asfixió' a Vueling

Estas incidencias en los aeropuertos de todo el mundo no son las primeras en las que se ve envuelto. Con el nombramiento en BA, pasó de gestionar 100 aviones y 20 millones de pasajeros al año en Europa, al triple de naves y el doble de turistas en todo el mundo. En Vueling estaba considerado como un gestor de éxito por la forma en la que convertía en oro todo lo que tocaba hasta cerrar 2015 con el triple de beneficios de lo esperado: un resultado operativo de 160 millones de euros y una ganancia neta de 95 millones. 

En 2013, Vueling recibió un premio como la mejor aerolínea de Europa y Cruz afirmó que "la clave del éxito de nuestro modelo radica en tener la segunda estructura de costes más baja de Europa y ofrecer un producto similar al que tienen las aerolíneas tradicionales a precios competitivos". Todo una declaración de intenciones de cómo quieren que sean sus empresas.

Con Álex Cruz al mando, un avión de Vueling podría realizar hasta cuatro rutas diarias con el número mínimo exigible de pilotos y una plantilla justa. Eran tiempos en los que la demanda de vuelos estaba creciendo y no quería dejar escapar ni un euro. Pero tal era su ambición que incumplió la Ley de Seguridad Aérea en materia de 'slots' -permiso administrativo concedido a las aerolíneas para usar un aeropuerto y sus infraestructuras a una hora determinada- y no cumplió con el reglamento que regula las franjas horarias correspondientes a cada compañía. Según el Ministerio de Fomento, Vueling acogía el 30% de los vuelos con origen o destino España. Con Cruz, el retorno por capital invertido más alto de las aerolíneas que integran IAG. Una herencia caótica

Vueling recibió sanciones en 2004 y en 2007, pero reincidió con Cruz como presidente y se vio obligado cancelar cientos de vuelos por saturar los 'slots'. El Tribunal de Justicia europeo estableció en 2009 las indemnizaciones a los pasajeros en caso de retrasos de más de tres horas asciende a cantidades entre 250 y 600 euros, cantidades insostenibles para una compañía 'low cost'.

Además, desde el sindicato de pilotos Sepla afirmaban a El Español que su decisión de reducir en 10 minutos el tiempo de preparación entre los vuelos creaba un problema de seguridad: "Los 35 minutos que deja Vueling desde que un avión aterriza hasta que vuelve a despegar no son suficientes para garantizar las operaciones".

Al marcharse de la compañía dejó un regalo envenenado a su sucesor, Javier Sánchez-Prieto. Su planificación y diseño de la operativa de 2016 fue demasiado ambiciosa y Vueling sufrió un colapso en Barcelona durante el verano. La compañía se vio obligada a contratar cinco nuevos aviones, 32 pilotos y 130 personas, lo que sumado a las sanciones y expedientes tanto de la Generalitat de Cataluña como del Ministerio de Fomento, repercutió en los beneficios de la compañía. Los trabajadores criticaron entonces la mala gestión de Cruz, que había convertido la compañía en un auténtico desorden. Se formó en EEUU

Casado y con cuatro hijos, Álex Cruz se licenció como ingeniero industrial en Michigan (EEUU) y completó sus estudios en la Universidad de Ohio y en la escuela de negocios Edwin Cox de Dallas. A muchos les sorprendió el nombramiento de un español como presidente de BA; sin embargo, se trata de un ejecutivo con reconocimiento en el sector aéreo internacional.

En 1990 comenzó a trabajar para American Airlines en Dallas, aunque años después cambió el paso y trabajó tanto para una compañía tecnológica como de director asociado de una consultoría. Sin embargo, en el verano de 2006 fue nombrado consejero delegado de Clickair, que se fusionó con Vueling después de tres años de crecimiento. Fue en 2013 cuando IAG (Iberia, Iberia Express, Vueling y Aer Lingus) absorbió Vueling y Cruz, que llevaba la gestión ejecutiva, tomó el cargo de presidente en lugar de Josep Piqué. Su salto a BA tuvo una repercusión mundial y en Gran Bretaña le exigen que encuentre una solución a la par de su sueldo anual.

Mostrar comentarios