En 2015, las ventas del grupo en la región superaron los 780 millones de euros, un 12% más que el año anterior, y la compañía espera también un desarrollo positivo del año en curso, a pesar de la volatilidad en algunos mercados de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, en cuyos diez países integrantes ya presta actividad.
La compañía ha destacado las oportunidades que le brinda el sudeste asiático, como "su numerosa y joven población, el creciente poder adquisitivo de la clase media, el aumento de la demanda de infraestructura, la urbanización y la necesidad de conservar los recursos naturales", además del "potencial" en el área de la conectividad y del Internet de las cosas.
Además de ampliar su presencia, Bosch también está reforzando su comunicación de marca en la región. La primera campaña corporativa internacional se ha puesto ya en marcha con actividades de márketing y relaciones públicas en diferentes canales.
Su objetivo es sensibilizar sobre Bosch en los Estados miembros de la Asean y mostrar que la compañía no es solo "un fabricante de herramientas eléctricas" sino que ofrece tecnologías en otras áreas que "pueden mejorar la calidad de vida", como piezas de automóviles, sistemas hidráulicos para la ingeniería marina y tecnología de embalaje para mantener frescos alimentos y bebidas.
Bosch emplea actualmente a más de 6.800 asociados en Singapur, Malasia, Filipinas, Indonesia, Tailandia, Vietnam, Brunéi, Camboya, Laos y Birmania, y ha invertido casi 500 millones de euros en expandir sus fábricas en estos países.
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