CLC prevé invertir 25 millones por año y construye una planta piloto que podría ampliar 10 años la actividad

EUROPA PRESS

La actividad de CLC se centra en la actualidad exclusivamente en el aprovechamiento de sulfuros secundarios de cobre, con una previsión de finalización en torno a 2021, según ha informado el CEO de Cobre Las Cruces, Sean Whittome. Sin embargo, existen otros minerales a mayor profundidad, unos 27 millones de toneladas de sulfuros primarios polimetálicos que contienen principalmente cobre, zinc, plata y plomo.

Actualmente se están realizando estudios sobre la viabilidad técnica y económica de su aprovechamiento. Al mismo tiempo se está construyendo una planta piloto para la aplicación de nuevas tecnologías de elaboración de productos finales metálicos a partir del mineral. La inversión destinada a esta planta es de cinco millones de euros.

De confirmarse la viabilidad de este proyecto y el correcto funcionamiento de la tecnología, podría prolongarse la actividad minera al menos diez años más. Asimismo, CLC es adjudicataria de derechos de exploración en cinco zonas próximas a sus actuales instalaciones, que permitirán identificar otras opciones de posible aprovechamiento en los próximos años.

DÉCIMO ANIVERSARIO

CLC cumple diez años en 2016 desde que, en la primavera de 2006, diera comienzo la excavación de la corta para la extracción. En otoño de ese mismo año se inició la construcción de la planta de elaboración de cobre, que entró en funcionamiento en mayo de 2009. Desde entonces la empresa ha producido más de 370.000 toneladas de cobre de la máxima calidad, 99,999 por ciento.

Cobre Las Cruces opera una mina a cielo abierto y una planta de elaboración de cobre que constituye la principal innovación de la compañía, al utilizar tecnología hidrometalúrgica para la obtención de cobre refinado a partir del mineral extraído. Conviven, por tanto, en un recinto de casi mil hectáreas, la actividad minera y la industrial, lo que diferencia a la empresa de la mayoría de las minas del mundo y aporta "un extraordinario valor añadido al entorno", ya que el ciclo productivo completo se realiza 'in situ'.

La actividad minera de CLC se centra en el aprovechamiento de un yacimiento de 15 millones de toneladas de mineral --sulfuros secundarios de cobre-- del que espera obtener alrededor de unas 800.000 toneladas de cobre refinado. Comparado con otras minas se trata de un yacimiento de tamaño medio; sin embargo la singularidad es la elevada ley --una media del 6%-- del mineral, cuando la media habitual en la minería de cobre es cercana al uno por ciento. De manera que, CLC obtiene de cada tonelada de mineral que se extrae unos 60 kilos de cobre.

Para alcanzar el mineral, que se encuentra por debajo de cien metros de profundidad, ha sido necesario mover 200 millones de toneladas de material --en su mayoría margas (arcilla)-- que se depositan en escombreras en el propio recinto.

La corta minera se ha planificado en seis fases, cada una de ellas diseñada para alimentar a la planta de producción durante dos o tres años. En la actualidad se obtiene mineral de la cuarta fase y se encuentran avanzados los trabajos de excavación de la quinta, que llegará al mineral a principios de 2018. Hasta la fecha se han extraído 8 millones de toneladas de mineral, restando algo más de seis millones de toneladas.

PRODUCCIÓN DE COBRE

La planta hidrometalúrgica de CLC es la encargada de transformar el mineral en cobre, un proceso que se realiza en ocho días y en el que la pieza clave es la tecnología de lixiviación atmosférica empleada.

Desde que inició la producción en junio de 2009, ha elaborado 373.000 toneladas de cátodos, con un incremento progresivo que en la primavera de 2012 alcanzó su máxima capacidad de diseño, 6.000 toneladas mensuales de cátodos. La producción en 2015 fue de 71.029 toneladas, (71.090 en 2014) mientras que la previsión para el ejercicio actual es de entre 72.000 y 72.300 toneladas.

Pese a la continuidad del ritmo en la producción --ligeramente inferior por los días de parada de mantenimiento-- la facturación en 2015 fue de 356 millones de euros, (371 millones en 2014) debido al fuerte descenso del precio de los metales, en especial del cobre, que a finales de año se situaba en el punto más bajo de la última década.

EMPLEO Y EFECTOS ECONÓMICOS

CLC proporciona empleo directo a 800 personas, de las que 260 pertenecen a la plantilla propia y el resto a las contratas que diariamente prestan servicio en las instalaciones de la empresa. Por su parte, el empleo indirecto se estima en 1.500 personas. Más del 40 por ciento de los empleados son de los municipios vecinos. La empresa destinó a salarios 13,5 millones de euros en 2015.

La actividad de CLC está teniendo "efectos positivos evidentes" en el entorno de la mina, de cuya comarca se ha convertido en "un motor de desarrollo económico". En 2015, CLC trabajó con 640 empresas proveedoras de servicios o suministros, que facturaron a la compañía 169 millones de euros. Más de la mitad de estas compañías son pequeñas y medianas empresas de carácter local, provincial o regional.

Por otra parte, CLC es uno de los principales contribuyentes a las arcas públicas a través de tasas e impuestos. En 2015 los impuestos totales abonados fueron de 34,8 millones de euros.

LA FUNDACIÓN

La Fundación Cobre Las Cruces cumplió en 2015 cinco años. Desde su creación ha promovido o financiado más de 300 actividades de las que se han beneficiado más de 20.000 personas. La fundación desarrolla su labor principalmente en los municipios de Gerena, Guillena, Salteras y La Algaba, pero su trayectoria la ha llevado a extender actividades por el conjunto de la provincia de Sevilla.

Entre otros programas, la fundación ejecuta el denominado Plan de Desarrollo Municipal con sus municipios vecinos, que supone la aportación de 6,2 millones de euros en cuatro años para iniciativas locales de generación de empleo y fomento del emprendimiento, infraestructuras, equipamientos y actividades sociales, culturales, deportivas y medioambientales.

FIRST QUANTUM MINERALS

La compañía minera First Quantum Minerals Ltd (FQM) con sede social en Canadá, cuenta en la actualidad con siete minas en operación, en Finlandía, Turquía, España, Mauritania, Zambia y Australia. A estas hay que sumar importantes proyectos en Panamá. Perú, Argentina y Zambia, a los que destinará 6.000 millones de euros de inversión en los próximos años, para posicionarse en 2018 entre los cinco primeros productores de cobre del mundo.

El volumen de negocio de FQM en 2015 ascendió a 2.698 millones de dólares, de los que 2.049 correspondieron a cobre; 309 a níquel; 235 a oro y el resto a zinc y otros metales. La caída del precio de los metales ha tenido "un gran impacto" en las cifras del grupo, que en el ejercicio anterior facturó 3.542 millones de dólares. Esto ha llevado a aplicar una estricta reducción de costes en todas las operaciones, para asegurar la supervivencia de la compañía. En paralelo, con el objetivo de equilibrar el balance y reducir la deuda, se ha iniciado un proceso de venta de activos que se concretó en abril con el acuerdo de venta de la mina de Kevitsa (Finlandia) por 712 millones de dólares.

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