Industria salmonera de Chile se ajusta el cinturón tras ataque de microalgas

Una inusual proliferación de algas destruyó el 12% de la producción anual de salmón en Chile y ahora ese sector busca mantenerse a flote en el mercado mundial.

El desmesurado aumento (bloom) de microalgas en la sureña región de Los Lagos pegó duro en el segundo productor mundial de salmones: mató 40.000 toneladas de esa especie y desató una ola de miles de despidos de trabajadores.

La presencia de microalgas, habitual en las aguas del sur de Chile, sorprendió este año en Reloncaví y parte de la isla de Chiloé con una proliferación inusual e incontrolable.

El 'bloom' de microalgas -que provocan la muerte de los salmones por falta de oxigeno- tendría como principal factor desencadenante al fenómeno climático de El Niño, que provoca el calentamiento de las aguas del océano Pacífico.

La Subsecretaria de Pesca y Acuicultura de Chile (Subpesca) publicó este jueves un informe en el que destaca el "fuerte impacto del fenómeno de El Niño en el sector pesquero".

A la proliferación de algas se sumaron otros efectos como la aparición de especies no tradicionales en la costa, en especial una masiva presencia de medusas, junto a gigantescos varamientos de sardinas y anchovetas en el norte y sur del país.

Lo de las microalgas fue sin dudas "un fenómeno muy grande, pero que afectó una área específica, y que por su naturaleza es incomparable con otras crisis", explicó a la AFP el presidente de Salmón Chile, Felipe Sandoval. Su entidad nuclea a una industria que entre enero y marzo vivió una de sus más agudas crisis tras la letal irrupción en 2007 del virus ISA que afecta a los peces.

Pese a la mortandad "el abastecimiento de salmón a los países que exportamos está asegurado", agregó Sandoval, sobre los envíos a destinos como Estados Unidos, Japón, Rusia y Brasil, los principales compradores del salmón chileno.

Con unas 800.000 toneladas anuales e ingresos por 3.500 millones de dólares, Chile es el segundo productor mundial de salmón, detrás de Noruega, y su industria es una de las mayores fuentes de empleo para varias regiones del sur chileno.

Para capear la mortandad y la debilitada posición de varias empresas ya golpeadas por la caída en dólares de los precios mundiales del producto, la industria echó mano a despidos.

"Si sumamos los efectos de la crisis de precios del año pasado más el "bloom" de algas se completarán unos 4.000 despidos directos. Del total de despidos aún restan concretarse un 20%", acotó Sandoval que estimó que el salmón emplea a más de 70.000 personas entre empleos directos e indirectos.

En esa línea, Marine Harvest - gigante salmonera de capitales noruegos que cuenta con una filial en Chile- anunció que en mayo completará el despido de hasta 500 trabajadores.

El presidente ejecutivo de la compañía, Alf-Helfe Aarskog dijo que "la operación en Chile ha estado perdiendo dinero en los últimos cinco años y 2015 fue muy malo. Hemos perdido 86 millones de dólares".

El jerarca de la empresa -que produjo 62.482 toneladas de salmón chileno en 2015- justificó los despidos como una medida para "hacer la operación más eficiente" y alertó en entrevista con el diario El Financiero sobre la necesidad de que las autoridades de la acuicultura local modifique las regulaciones existentes y otorgue más garantías a los productores.

Por su parte, Sandoval destacó que el gobierno y la industria trabajan "en la regulación para mejorar la competitividad ya que nuestros costos están por encima de los de otros países".

A su vez, el presidente consideró vital para el desarrollo del salmón chileno que se aumenten las campañas para visibilizar el producto en un mercado internacional en el que el producto noruego es 'rey' por tradición y promoción.

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