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¿Puedo abrir una cuenta bancaria para mi hijo? Requisitos y documentación

Los niños menores de edad solo pueden abrir cuentas a través de sus representantes legales, generalmente los padres, que son quienes podrán efectuar ingresos, reintegros y demás operaciones en la cuenta.

Esta cuenta bancaria es obligatoria por normativa europea.
Cuenta bancaria para menores, ¿quién puede abrirla y cómo funciona?
©[calcassa de Getty Images] a través de Canva.com.

¿Puede tener un niño una cuenta bancaria? La respuesta es: "Sí". Si estás pensado en abrir una cuenta a tu hijo, debes saber cuáles son los requisitos y documentación necesaria para gestionarlo. Contar con una cuenta bancaria es prácticamente necesario para realizar todo tipo de gestiones actualmente. Desde domiciliar recibos, pagar con tarjeta, sacar dinero en efectivo realizar una transferencia. Se trata de un instrumento bancaria que permite guardar el dinero en el banco y hacer uso de él cuando sea necesario. Cada cuenta lleva asociado un coste, por ejemplo a través de comisiones por recibir ciertos servicios. Por eso, a la hora de elegir la cuenta que se va a abrir, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda optar por una “que no te cobre por las operaciones más frecuentes y que se ajuste bien a tu perfil”. 

Antes de contratar la cuenta, el banco debe entregarnos información detallada sobre sus principales características. Es la información precontractual, que debe incluir, en primer lugar, la forma de disponer del saldo y en general de las operaciones relacionadas con la cuenta, así como los servicios de pago asociados y sus condiciones de uso. Además, se indicará la duración del contrato, las comisiones y gastos asociados y el fondo de garantía de depósitos al que está adherida la entidad bancaria. Todo ello se reflejará en el contrato de apertura si finalmente el cliente opta por abrir la cuenta en ese banco. 

Para firmar el contrato de apertura y poder contar así con una cuenta bancaria basta con presentar la documentación requerida. De manera habitual se exige el DNI – también puede ser NIE o permiso de residencia-, la nómina o la declaración de la renta. Y este trámite lo podrá realizar cualquier persona para poder contar con una cuenta bancaria. Este producto también está disponible para menores de edad. De hecho, algunos bancos ofrecen cuentas dirigidas a estos perfiles, aunque hay que tener en cuenta que siempre se deberá tramitar a través de sus representantes legales.

¿Cómo puedo abrir una cuenta para mi hijo?

Un menor no tiene capacidad legal para firmar -salvo que sea mayor de 16 años y esté emancipado-, por ello es necesario que sus representantes legales estén presentes en el momento de la apertura de la cuenta. De manera habitual el representante legal de un menor son los padres, que podrán efectuar ingresos, reintegros y demás operaciones en la cuenta, los dos o uno solo de ellos, con el consentimiento expreso o tácito del otro. Si no fuesen los padres los representantes legales, se deberá acreditar la capacidad legal de representación, por ejemplo, mediante una sentencia judicial. 

Pero, en cualquier caso, es importante tener en cuenta que el propietario de los fondos depositados es el menor. Así, cuando alcanza la mayoría de edad, podrá operar por sí mismo con total normalidad. En ese momento, como recuerda el Banco de España (BdE), el representante legal también podría inscribirse como titular de la cuenta, siendo, en este caso, copropietario de los fondos, con todas las consecuencias legales y fiscales que conlleva.

El BdE afirma que "disponer de una cuenta desde edades tempranas puede ser una forma de contribuir a la educación financiera de los jóvenes, de acercarles a la gestión responsable de sus finanzas personales y comenzar a fomentar la costumbre de ahorrar y organizar sus pequeños gastos". Con estos fines suele haber dos tipos de cuentas para menores: de ahorro o corrientes

En las cuentas de ahorro infantil, según explica la OCU, el objetivo es depositar ahorros a cambio de una remuneración para poder retirar el dinero en cualquier momento, sin penalizaciones. Estas cuentas no permiten domiciliaciones ni llevan tarjetas de débito asociadas. Por su parte, en las cuentas corrientes para niños, se permite realizar transferencias, domiciliar pagos y, casi siempre, disponer de tarjeta de débito a partir de los 14 años. Para gestionar los pagos con tarjeta, una opción es recurrir a una tarjeta prepago que permite tener un presupuesto para gastar pero con cierta supervisión. 

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