AIE cree que algunas minas de carbón subsistirán sin ayudas después de 2018

Madrid, 30 ene.- El analista de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) Carlos Fernández Álvarez ha señalado que, con los precios actuales, las explotaciones españolas de carbón tendrán dificultades para ser competitivas, pero se ha mostrado convencido de que después de 2018 algunas lograrán producir sin ayudas.

Durante la presentación de un informe sobre el mercado mundial del carbón en 2013 y las proyecciones para 2018, Fernández Alvárez ha recordado que la normativa europea sobre la producción de carbón es bastante clara y fija el final de las ayudas públicas a las explotaciones mineras en 2018.

Fuentes del sector energético han explicado que los yacimientos de carbón que podrán subsistir sin ayudas en condiciones competitivas se circunscriben a las explotaciones a cielo abierto que hay en España.

Según ha explicado en su exposición, a partir de 2011 los precios internacionales del carbón se han desplomado y actualmente se calcula que un 30 % del mineral que se exporta se vende por debajo de su precio de coste.

Esta circunstancia se explica por el aumento de la oferta de carbón en el mercado internacional, muy influenciado por los contratos tipo "take or pay" (en los que se acuerda la adquisición de la materia prima y se paga tanto si se utiliza como si no) utilizados en Australia, uno de los principales productores y exportadores de carbón del mundo.

Las perspectivas de comercio mundial de carbón para 2018 de la AIE apuntan a una consolidación de los flujos de materias primas actuales, con Australia, Indonesia, Sudáfrica, Rusia, EEUU y Colombia como principales emisores y China, India, Japón y Europa como receptores.

Los mayores incrementos de capacidad exportadora corresponden a Indonesia, Australia y Colombia, ha indicado Fernández.

El consumo global crecerá a una media del 2,3 % anual, hasta alcanzar los 9.000 millones de toneladas, en 2018, incremento que principalmente absorberá China (el 60 % del total), frente a una demanda que seguirá plana en los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).