Al borde del precipicio

  • Mientras EEUU vive asomado al "precipicio fiscal", de imprevisibles consecuencias económicas globales, España afronta una Navidad acompañada de los recortes que pregonan los presupuestos para 2013.

Jesús María Alonso

Madrid, 22 dic.- Mientras EEUU vive asomado al "precipicio fiscal", de imprevisibles consecuencias económicas globales, España afronta una Navidad acompañada de los recortes que pregonan los presupuestos para 2013.

En Partido Popular ha sacado adelante en el Congreso, sólo con su mayoría parlamentaria, los presupuestos de 2013, entre la crítica de la oposición (salvo UPN), que los considera restrictivos para los derechos laborales, la sanidad, la educación y las pensiones, por los "tijeretazos" que incluyen.

El gasto de 2013 será menor que en 2012, pese a que los presupuestos están marcados por la subida de los intereses para pagar la deuda soberana, cuya partida es de las pocas que crecen (9.000 millones de euros más), además de la de las pensiones, que aumentarán el 1 % y el 2 % para las menores de 1.000 euros.

Los recortes, los EREs al calor de la reforma laboral y los conflictos salariales hacen que la Navidad se convierta en un mar de protestas, paros y huelgas, aunque ha quedado excluida a última hora Iberia, tras el acuerdo entre la dirección y los sindicatos para negociar en calma su reestructuración.

El transporte público en Madrid y la Comunidad Valenciana, la hostelería en Asturias, Mercasevilla, o los despidos en banca son algunos de los focos conflictivos de la Navidad, una fiesta que este año está amenazada por la caída del consumo.

2013 comienza con la ley de medidas tributarias que acompaña a los presupuestos, que incluye el polémico gravamen del 0 % a los depósitos bancarios, con el objetivo de que no sea puesta en marcha por las comunidades autónomas y que con ello se "segmente" el mercado.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que cree que 2013 será mejor y en 2014 habrá crecimiento y creación de empleo, hará balance de su gestión tras el Consejo de Ministros del próximo viernes, en el que analizará su decisión de no actualizar las pensiones conforme al IPC de este año.

El sorprendente anuncio de absorción de Banesto por el Santander, para ganar el primer banco español cuota de mercado en un futuro escenario reducido de entidades financieras, ha sido uno de los acontecimientos de una semana marcada por la reestructuración, aprobada por la UE, de varios bancos necesitados de ayuda y no nacionalizados, que recibirán casi 2.000 millones de euros.

El futuro de Liberbank, BMN y Ceiss -que ha suspendido el acuerdo de integración con Unicaja- pasa por realizar drásticos ajustes para recibir ayuda de supervivencia, y Caja3 será saneada antes de desaparecer integrada en la aragonesa Ibercaja.

Las entidades que requieren ayuda estatal recibirán un apoyo total de 38.833 millones de euros, inferior a los 52.454 millones de euros detectados en las pruebas realizadas por la consultora Oliver Wyman.

La quinta parte del peso del rescate a la banca recaerá en accionistas e inversores que compraron deuda subordinada y preferentes, que tendrán que aportar 12.000 millones de euros.

Bruselas estima que el saneamiento del sector bancario le cuesta al contribuyente español 52.000 millones de euros.

El presidente Barack Obama sigue pendiente de las difíciles negociaciones presupuestarias contrarreloj entre demócratas y republicanos del Congreso de EEUU para lograr un acuerdo y evitar que el 1 de enero se activen subidas generalizadas de impuestos y reducciones del gasto, y advierte de que estamos a "diez días de una tragedia".

La cercanía del "precipicio fiscal" surge en momentos en que la economía de EEUU parece recuperar el pulso (el PIB creció en el tercer trimestre a un ritmo anual del 3,1 %, dos décimas más de lo previsto por los analistas y cuatro menos que lo que esperaba el gobierno) y también mejora el empleo.

Pero la Reserva Federal no es tan optimista y calcula que 2012 se cerrará con un PIB del 1,7-1,8 %, ya que a la crisis fiscal hay que unir los gastos generados por el impacto del huracán "Sandy" en octubre.

Esta incertidumbre hace que los mercados neoyorquinos enfilen la Navidad con cierto pesimismo, pese a haber subido un 0,43 % en el ciclo semanal.

La bolsa española, empero, ha salido bien parada y ha acumulado una subida del 3,33 %, y espera la semana a medio gas, con la mayoría de los mercados de vacaciones navideñas, pues sólo se celebrarán dos sesiones y media en Madrid y en muchas plazas de Europa y el resto del mundo.

El euro abre el lunes casi a 1,32 dólares en Fráncfort, y el petróleo confirma una tendencia sostenida equilibrada pero ligeramente a la baja (108,97 dólares/barril en Londres y 88,66 en Nueva York).

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