En los hogares de nuestro país, las frutas, verduras y hortalizas son los alimentos que más se desperdician. Esto implica una pérdida no solo de comida, sino también de los recursos que hacen falta para producirla. Un dato lo dice todo: la media anual de comestibles que terminan en la basura supera los 65 kilos por unidad familiar. ¿Cómo se puede remediar este derroche? Si tienes en cuenta una serie de consejos puedes ahorrar a la semana y reducir el gasto en la cesta de la compra.
Los alimentos que más se desperdician
Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la "bolsa de desperdicios" en los hogares españoles contiene dos tipos de desechos. Por una parte, productos como la fruta, la carne fresca o los lácteos se tiran sin consumir o utilizar porque se deterioran o caducan. Por otra, están las sobras que van del plato o la nevera directamente al contenedor. Esto ocurre con la pasta, ensalada, arroz, legumbres y otras recetas.
Además, el mal aprovechamiento de algunos alimentos se ha incrementado después de la pandemia, ya que ahora se come más veces fuera de casa. En este contexto, los que más se malgastan son los platos preparados, el agua envasada y las hortalizas que suelen servir de acompañantes.
Asimismo, debemos resaltar que es en las comidas y en las cenas cuando mayor cantidad de comida se tira. Por el contrario, en meriendas o desayunos, generalmente, los estudios indican que no suele sobrar nada.
Cómo evitar los desperdicios de alimentos
Aquí tienes una serie de consejos y medidas para que puedas evitar el derroche:
- Planifica un menú semanal.
- Haz la lista de la compra con los productos estrictamente necesarios.
- Calcula bien las cantidades y porciones para prevenir que sobre comida en casa.
- Almacena los artículos adecuadamente, tal y como marcan sus etiquetas de envasado y su fecha de caducidad.
- Si vas a congelar pescado o carne, cerciórate de hacerlo de manera apropiada para que no se estropeen.
- Coloca estratégicamente los alimentos. Al organizar la despensa sitúa delante los que hayas comprado antes y detrás de ellos los más recientes.
- ¿Tirar el pan duro? De eso nada, puedes aprovecharlo para hacer pan rallado o picatostes. Igualmente, podrías preparar torrijas o un plato de invierno tan sabroso como la sopa de ajo. Dar un nuevo uso culinario a determinados alimentos es sinónimo de creatividad en multitud de recetas.
Control del gasto en alimentos
Un aspecto realmente importante. No solo influye en nuestra economía personal, sino que el desperdicio alimentario es responsable de hasta el 10 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Por consiguiente, el control del gasto en alimentos se convierte en un desafío para conseguir que la comida producida sea igual a la consumida.
Por todo lo anterior, la responsabilidad sobre los alimentos que más se desperdician es de todos. Tienen un coste mucho más alto de lo que creemos y solo siendo conscientes de su correcta conservación y empleo podremos evitar desaprovecharlos. Piénsalo.
