En los últimos años, ha ganado popularidad el concepto de alquiler inverso, el cual fue una fórmula que ideó la empresa Pensium en España allá por el año 2016 y que consiste en una forma de financiación. En ella, una empresa adelanta el dinero al propietario de una vivienda a cambio de su alquiler, de forma que ayuda a conseguir un dinero que se quiere obtener o se necesita.
Dicha empresa da un dinero de forma periódica a una persona que lo necesita a cambio de ir alquilando la vivienda que tenga en propiedad, al mismo tiempo que recupera el dinero prestado a través de los propios alquileres de la vivienda. Se trata de una solución a tener en cuenta para aquellas personas que tienen un alto grado de dependencia y no tienen suficiente capital para poder recibir asistencia, así como para quienes son personas ancianas que no tienen recursos para pagar los gastos de una residencia, pero que cuentan con una vivienda en propiedad que se puede alquilar.
Este sistema de financiación permite que el propietario mantenga la propiedad y no tenga necesidad de hipotecarla. Con este método, se adelanta más dinero del que se obtendría con un alquiler regular, y una vez que no se necesitan más aportaciones, la empresa sigue alquilando el inmueble hasta recuperar el dinero anticipado.
Cómo funciona el alquiler inverso
Aquella persona que quiera poner en práctica un alquiler inverso, debe ser propietaria de una vivienda, para luego ponerse en contacto con la empresa especializada, con la que firma un contrato. En este se determina la cuantía económica a percibir por esa persona cada mes, basándose para ello en las posibilidades de alquiler del inmueble, de la necesidad de recursos adicionales a los ingresos por pensión que la persona necesita, y la posibilidad de conseguir nuevos ingresos por las prestaciones de la Ley de Dependencia. Asimismo, se contempla la financiación de las posibles reformas que pueda necesitar la casa para su alquiler.
Una vez calculado el dinero, se transfiere por anticipado y de forma semestral a la persona durante el tiempo que sea necesario. El periodo de aportaciones del alquiler inverso se puede prolongar durante diez años, un plazo que habitualmente cubre las necesidades asistenciales de las personas mayores dependientes, si bien, llegado el caso, una vez finalizado podría realizarse un nuevo contrato.
Al ceder la vivienda en alquiler, esta obtiene unas rentas que ayudan al dueño a pagar sus gastos de asistencia o residencia, permitiendo que el propietario y su familia se puedan olvidar de todo. Conviene tener en cuenta que es posible adaptar el importe a recibir a las necesidades de cada momento, hasta el doble del alquiler obtenido por la vivienda. En todo caso, la amortización o devolución del capital procederá en todo caso del alquiler, por lo que el importe adicional necesario provendrá de los alquileres futuros una vez que la persona o familia no necesite de las aportaciones. Dicho de otra forma, la vivienda seguirá en alquiler hasta que se salde la deuda.
