Según el BdE

La amenaza del aumento de la morosidad abocará a la banca a endurecer el crédito

El sector sigue con lupa la ratio de dudosos mientras comienza a blindarse por los mayores riesgos percibidos y la menor tolerancia después de que las condiciones aplicadas a los préstamos se hayan moderado a finales de 2023.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos
La amenaza del aumento de la morosidad abocará a la banca a endurecer el crédito. 
Carlos Lujan

La banca activa la alerta ante la potencial amenaza del aumento de la morosidad y avista un cierre del grifo bancario. El sector ya anticipa un endurecimiento de las condiciones de financiación en este arranque de 2024, motivado por el posible escenario de un aumento del volumen de créditos impagados, lo que empujará a las entidades a conceder menos préstamos. Según se desprende de la última Encuesta de Préstamos Bancarios correspondiente al cuarto trimestre que elabora el Banco de España (BdE), detrás de este comportamiento se encuentra la ratio de dudosos, cuyo estancamiento es seguido con lupa y les conduce a preparar el blindaje. 

De momento, la tasa de morosidad ha vuelto a caer en noviembre hasta el 3,57% al tiempo que el saldo de dudosos ha mercado se ha reducido en alrededor de 3.000 millones, provocando que la contracción de la oferta y demanda crediticia se mantuviera estable en los últimos meses. En concreto, el estudio elaborado por el organismo supervisor refleja que el ritmo de caída fue menor entre octubre y diciembre con respecto al trimestre anterior y que fueron más duras tanto las condiciones como el porcentaje de rechazos en el segmento de consumo debido a los mayores riesgos percibidos, así como una menor tolerancia a los mismos. En menos medida también habrían influido aspectos relacionados con el capital bancario y su coste.

Por el contrario, los rechazos permanecieron estables tanto en los préstamos otorgados a empresas como a los hogares para adquisición de una vivienda, si bien los requisitos fueron más duros. La subida de los tipos de interés ha provocado una disminución de la demanda de fondos en todos los segmentos, en línea con los trimestres anteriores, aunque el descenso habría sido "de menor intensidad" que el reportado en el trimestre anterior. No obstante, en la financiación a las empresas este efecto se habría visto "parcialmente contrarrestado" debido a las mayores necesidades para financiar existencias y circulante, mientras en el tramo de hogares la caída obedece al mayor uso de los ahorros y el deterioro de las perspectivas sobre el mercado de la vivienda.

De cara al ejercicio actual, el sector prevé que continuará el recorte de la oferta de crédito y el descenso de las solicitudes de préstamos, pero consideran que será moderado y afectará sólo a determinados sectores de actividad. Sobre el impacto de las variaciones del exceso de liquidez en el Eurosistema no han tenido, por ahora, impacto sobre la política crediticia de los encuestados ni sobre el volumen de préstamos concedidos. Tampoco se espera que tenga repercusión en esta primera parte de 2024. El foco de preocupación se encuentra en los créditos de vigilancia especial, que engloba a aquellos cuyo riesgo ha aumentado de manera significativa y registran importes vencidos de entre 30 y 90 días. Los catalogados como 'stage 2' repuntaron durante el tercer trimestre de 2023 hasta el 6,53% desde el 6,27% contabilizados al cierre de junio. 

Esto resultados se dan a conocer justo ante de la presentación de los resultados anuales de la banca, que si bien todo apunta a que pulverizarán récords, la atención estará en las perspectivas que den para este ejercicio, teniendo en cuenta que el margen de intereses posiblemente haya tocado techo o lo haga en esta primera parte del año, para después comenzar a bajar el consonancia con la evolución que se espera del euríbor y de la política monetaria. Desde el Banco Central Europeo (BCE) apuntan a las primeras bajadas de las tasas de referencia del dinero a partir del próximo verano, como pronto, siempre que la inflación no dé algún susto o se enquiste. 

La normalización de la política monetaria ha impulsado la rentabilidad sobre recursos propios del sector bancario español por encima del 12,2% entre julio y septiembre, justo cuando el BCE ejecutó la última subida de tipos. Se trata de un porcentaje inédito desde que comenzaron los registros (2015) si no tiene en cuenta los efectos de la fusión entre CaixaBank y Bankia y supera la ratio del conjunto de las principales entidades de la eurozona, que ha experimentado una ligera reducción hasta el 10,01% en el periodo analizado. 

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