"Anulamos las vacaciones en Barcelona, da mucho miedo, nos vamos a Madrid"

España supera los 48 millones de turistas internacionales
España supera los 48 millones de turistas internacionales
EFE

Jueves 15 de octubre, 12 de mediodía, una mujer y un hombre de mediana edad, de aspecto sajón, acompañados por una joven que parece ser su hija, entran con sus maletas en la recepción de un hotel madrileño en plena Gran Vía. Hasta ahí todo parece normal. La escena se repite a cada minuto en los cientos de establecimientos hoteleros de la capital. Solo hay un pequeño detalle que la hace ‘especial’. Peter, Anna y Chris, que así se llaman nuestro turistas, norteamericanos para más señas, huyen de la 'kale borroka' independentista que se ha apoderado desde el lunes de las calles de Barcelona. "Barcelona ayer estaba en llamas", cuenta Anna (48 años), en un perfecto castellano, ya que es profesora de español en Nueva York.

"Daba miedo, mucho miedo. La ciudad estaba tomada por las luchas entre manifestantes y policía. Era peligroso. Parecía una guerra. Además era muy difícil moverse por la ciudad. Las calles estaban cortadas, no había taxis…". Así, "hemos cancelado los tres días de reserva en el hotel que todavía nos quedaban en Barcelona y nos hemos venido a Madrid. Aquí seguiremos nuestras vacaciones en España". Peter lo corrobora: "No pudimos salir del hotel ayer por la noche a cenar. Era peligroso, por lo que hicimos las gestiones pertinentes y decidimos venir a Madrid antes de lo previsto". Y, encogiéndose de hombros, se pregunta: "¿Por qué pasan estas cosas en Barcelona?

Y lo pregunta un ciudadano estadounidense. Y Estados Unidos es un mercado clave para el turismo barcelonés porque el pasado año 2018, hasta 849.000 viajeros procedentes de EEUU se alojaron en los hoteles de la Ciudad Condal. El primer mercado emisor extranjero en la capital catalana. De hecho, las embajadas de Francia, Reino Unido y Estados Unidos, los tres principales mercados turísticos de Barcelona, ya han alertado a sus ciudadanos sobre los riesgos de visitar Cataluña.

Las protestas y los disturbios que se suceden día tras día en Cataluña desde que el lunes se conociera la sentencia del procés han puesto de nuevo en alerta al sector turístico, sobre todo en Barcelona, ante la posibilidad de que vuelva a repetirse una situación similar o peor a la de finales de 2017, tras el referéndum del 1-O y los atentados de agosto en las Ramblas, cuando, según las cifras que ofrece la Alianza para la Excelencia Turística, Exceltur, entre octubre de 2017 y febrero de 2018, dejaron de llegar a Cataluña 185.000 turistas extranjeros, lo que hizo que el sector perdiera 319 millones de euros. "Está habiendo muchas cancelaciones de reservas para este fin de semana en los hoteles y apartamentos turísticos de Barcelona y de toda Cataluña", reconocían fuentes del sector a La Información este sábado.

El transporte, también afectado

Pero no solo son los disturbios en las calles de Barcelona, el transporte, clave para el turismo, también sufre las iras de los violentos y en lo que llevamos de semana se han cancelado ya cerca de 200 vuelos en el aeropuerto del Prat, o se han cortado en varias ocasiones las vías del AVE y numerosas carreteras, sobre todo la autopista AP-7. Además, moverse por la ciudad, con muchas arterias cortadas por barricadas, "es imposible", cuenta Juan, un taxista que lleva "sin trabajar desde el lunes, porque no se puede y da miedo. Yo calculo que ya he perdido unos 800 euros".

El Gremio de Hoteles de Barcelona emitió este miércoles un comunicado donde "lamenta y condena los gravísimos incidentes que tuvieron lugar ayer en las calles" del centro de la ciudad. "Las imágenes que dejan estos hechos resultan especialmente perjudiciales para la reputación que proyecta la ciudad en todo el mundo, y pueden derivar en una grave afectación directa sobre la actividad turística y hotelera en Barcelona y en todo su conjunto socioeconómico". Así, "el Gremio de Hoteles de Barcelona, que respeta el derecho a manifestación de las personas, pide que estas expresiones se hagan desde el espíritu de convivencia, civismo y tranquilidad que han caracterizado las movilizaciones vividas en la ciudad de Barcelona en este contexto". Igualmente, el presidente de la Associació del Passeig de Gràcia, Luis Sans, cree que los graves altercados y la ola de violencia que vive la ciudad "perjudicarán a la reputación de Barcelona y tendrá efectos negativos para el turismo". Y es que esta semana, hasta el principal reclamo turístico de la ciudad, su monumento más icónico y visitado, la Sagrada Familia, tuvo que cerrar sus puertas por miedo a los incidentes violentos.

Jon, Amaia y su hijo Iker iban a viajar este fin de semana desde San Sebastián, donde viven, a Barcelona para pasar unos días de vacaciones. "Teníamos todo reservado desde hacía meses, pero hemos decidido cancelar la reserva. Las imágenes que hemos visto en los medios de comunicación dan miedo, y más si viajas con un niño pequeño. Lo que se está viviendo en Barcelona me recuerda lo que se vivía aquí en las calles del País Vasco hace años. Da mucha tristeza", explica Jon, un empleado de banca de 41 años. "Si la situación se calma ya iremos en otra ocasión"”, asegura.

El sector turístico catalán tiembla ante una situación que puede suponer un golpe durísimo para sus intereses. Así, por ejemplo, La naviera alemana de cruceros TUI ya ha anunciado el desvío de dos de sus barcos que tenían previsto llegar a Barcelona este fin de semana y la compañía MSC ha cancelado todas sus excursiones en la Ciudad Condal por las manifestaciones y ha recomendado a los viajeros no salir del barco. La compañía Viking Ocean Cruises, por su parte, ha desviado al puerto de Valencia uno de sus cruceros, con 900 pasajeros, que tenía previsto hacer escala en Barcelona este sábado.

Incluso, desde el propio sector turístico se alerta de que las 120.000 plazas que había en Cataluña para los viajes del Imserso están "paralizadas" y la Unión de Ejes Comerciales y Turísticos de Barcelona, Barcelona Oberta, lo ha dejado claro en un comunicado que emitió a mediados de semana, la violencia que se está viviendo ha causado ya "un descenso importante de la actividad comercial y turística". Son las consecuencias de lo que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha llamado la 'kale borroka' independentista.

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