La regasificadora de Gijón lleva a cabo su primera operación de descarga de gas natural licuado (GNL) este fin de semana después de que el buque con el que inicia el proceso haya atracado este sábado en el puerto de El Musel, donde varios operarios trabajan desde primeras horas de la mañana en el entorno del barco y los alrededores de los tanques.
El metanero "Cool Racer" atracó a las 8:20 en el muelle de la planta regasificadora de Enagás en el puerto gijonés con 150.000 toneladas de gas natural licuado procedente de Estados Unidos.
Intervención de la Guardia Civil
Con motivo de la llegada del barco, la Guardia Civil estableció un dispositivo especial de protección que se inició sobre las 04:00 de esta madrugada, cuando la patrullera del Servicio Marítimo realizó un reconocimiento de las aguas y salió al encuentro del metanero hasta la altura del Cabo Peñas, desde donde inició la escolta hasta la bocana del puerto. Posteriormente, el Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) con apoyo del helicóptero prosiguió la tarea de escolta hasta el atraque final.
El responsable de Infraestructuras de Enagás, Claudio Rodríguez, ha aseverado que el equipamiento tendrá una capacidad máxima para descargar y cargar 100 barcos de gas natural licuado al año con capacidad de 170.000 metros cúbicos y un mínimo de 12 para el mantenimiento en frío y garantizar la operatividad de las instalaciones.
Ha subrayado que la planta de El Musel funcionará estas primeras semanas en "modo pruebas" para que se lleven a cabo los "ajustes técnicos necesarios", como ha explicado la propia Enagás. Posteriormente, en cuestión de semanas, "si todo va bien" en las pruebas, estará funcionando de "modo normal" y "habitual" para la comercialización.
Manifestantes en contra de la planta
Decenas de personas, convocadas por la Federación Vecinal Urbana de Gijón, la Plataforma contra la Contaminación y Asturies pol Clima, se han manifestado este sábado en contra de la puesta en marcha de la planta regasificadora de Enagás.
Durante la protesta, que se ha desarrollado de forma simultánea a las tareas de descarga de gas natural licuado, los manifestantes han reclamado que no se ponga en funcionamiento la planta, por considerar que su construcción “sigue siendo ilegal” y constituye un peligro para la población y el medio ambiente, según ha expresado un portavoz de las organizaciones convocantes.
La actividad principal de la planta, que no se destinará al 100% al acceso al sistema gasista español para suministro de la demanda nacional, será la prestación de servicios logísticos de GNL, entre los que figuran la carga y descarga de buques y el almacenamiento. Cuenta con una capacidad de 300.000 metros cúbicos de gas natural licuado, dividido en dos tanques de 150.000 metros cúbicos cada uno, que podrán ser aprovechados por otros estados miembros de la Unión Europea.
La terminal de Gijón, que permitirá el atraque de buques de entre 50.000 y 266.000 metros cúbicos, podría aportar hasta 8 bcm (8.000 millones de metros cúbicos) de GNL a Europa. La regasificadora fue paralizada en 2012 por orden judicial tras una inversión de unos 360 millones de euros por vulnerar su construcción la normativa entonces vigente, lo que obligó a iniciar de nuevo toda la tramitación administrativa.
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