Madrid, 5 nov.- El Banco de España cree que pese a que en los últimos meses se han suavizado las tensiones financieras aún persiste un grado elevado de incertidumbre, en parte debido a los riesgos inherentes al débil crecimiento económico, según indica el Boletín de Estabilidad Financiera de noviembre publicado hoy.
En concreto, el documento valora el efecto positivo que han tenido medidas y anuncios del Banco Central Europeo (BCE), como el anuncio del programa de Operaciones Monetarias de Compraventa que en la práctica suponía que el organismo europeo comprará deuda soberana en el mercado secundario.
Aunque este anuncio ha permitido reducir las tensiones en los mercados financieros de la zona del euro y contener los riesgos de liquidez, persiste un grado de incertidumbre elevado, por los "riesgos vinculados a la debilidad económica".
No obstante, el documento advierte de que la situación de los mercados no se ha normalizado completamente, tal y como demuestra el hecho de que, a pesar de su evolución a la baja en los últimos meses, la prima de riesgo de la economía española se mantiene en valores altos.
El boletín del Banco de España recuerda que la prima de riesgo de España, que mide el grado de confianza de los inversores sobre el país, llegaba a dispararse este verano por encima de 630 puntos básicos, para relajarse posteriormente en torno a los 400.
Los datos del Banco de España indican que dadas las previsiones oficiales de déficit público para 2012 (7,3 % del PIB) y 2013 (4,5 % del PIB), el débil crecimiento económico previsto y el potencial impacto de las ayudas al sector financiero, la ratio de deuda pública podría situarse por encima del 90 % del PIB a finales de 2013.
El informe destaca que la evolución de los mercados financieros ha seguido condicionada por la crisis de la deuda soberana en la zona del euro, aunque en algún momento han pasado a primer plano otros riesgos como la situación fiscal en Estados Unidos y en Japón o la mayor vulnerabilidad de la prevista de algunas economías emergentes.
En el lado positivo, el Banco de España cree que la reestructuración del sector bancario fortalecerá la solvencia y rentabilidad del conjunto del sector y a su vez mejorará la confianza de los mercados financieros, necesaria para que España se financie de forma razonable y normalizada.
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