BEA y DBS abren las primeras filiales de bancos extranjeros en ZPLC de China

  • La entidad crediticia hongkonesa Banco de Asia del Este (BEA, en sus siglas internacionales) y el Banco de Desarrollo de Singapur (DBS) se han convertido en los primeros bancos extranjeros en abrir sucursales en la Zona Piloto de Libre Comercio de China (ZPLC) de Shanghái.

Shanghái (China), 8 ene.- La entidad crediticia hongkonesa Banco de Asia del Este (BEA, en sus siglas internacionales) y el Banco de Desarrollo de Singapur (DBS) se han convertido en los primeros bancos extranjeros en abrir sucursales en la Zona Piloto de Libre Comercio de China (ZPLC) de Shanghái.

Las nuevas oficinas de ambos bancos en la zona, que empezó a funcionar como tal el pasado 29 de septiembre, abrieron ayer por primera vez sus puertas, según recoge hoy la prensa local.

Al menos otras seis entidades tienen ya el visto bueno de la Comisión Reguladora del Sector Bancario de China para abrir oficinas propias en la ZPLC, y se encuentran en trámites con las autoridades locales para establecerse.

Se trata del grupo estadounidense Citi, del banco británico HSBC, del hongkonés Hang Seng Bank, del alemán Deutshce Bank, del United Overseas Bank singapurés y de la entidad oceánica ANZ.

El Consejo de Estado (Ejecutivo) confirmó esta semana que ya están en vigor algunas normas de apertura que ya se habían anunciado para la nueva zona.

Entre ellas anunció que ya es posible que el capital extranjero en el sector de las telecomunicaciones, dentro de la ZPLC, alcance posiciones de control de hasta un 55 por ciento en empresas mixtas con socios chinos, lo que sigue sin ser posible en el resto del país.

Además de en telecomunicaciones, el Consejo de Estado también anunció que tratará de relajar sus controles sobre la inversión extranjera, dentro de la ZPLC, en áreas como el transporte marítimo internacional, el sector del ocio y el entretenimiento o la formación, para los que se irán anunciando medidas paulatinamente.

El Ejecutivo también mencionó que, tal y como anunció hace meses, ya se permite que "empresas con inversión extranjera" instaladas en la ZPLC puedan producir consolas de vídeojuegos para su venta en China, tras una prohibición de 14 años sobre este tipo de productos y contenidos en el gigante asiático.

En junio de 2000, siete ministerios chinos, encabezados por el de Cultura, prohibieron conjuntamente la fabricación y venta de consolas de vídeojuegos en el país, debido a su preocupación por la posible influencia que pudieran tener sobre los jóvenes chinos.

No obstante, miles de aficionados chinos a estos productos los consiguen en el mercado negro de consolas y juegos piratas, extendido por todo el país.

Los vídeojuegos en teléfonos móviles y tabletas no son ilegales en el país, ya que no se consideran oficialmente productos de juego contemplados en la prohibición de hace más de una década.

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