Botín cree que era necesaria una ayuda rápida y "masiva" para Bankia

Madrid, 23 may.- El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha declarado hoy que su postura en las reuniones mantenidas con los otros dos grandes banqueros, el ministro de Economía, Luis De Guindos, y Rodrigo Rato, fue que la entidad presidida por éste necesitaba una ayuda pública rápida y "masiva".

Así lo ha manifestado Botín en su declaración como testigo en la la Audiencia Nacional a Fernando Andreu, en la que ha admitido que fue convocado junto a los presidentes del BBVA, Francisco González, y de CaixaBank, Isidro Fainé, en el Ministerio de Economía el fin de semana previo a la dimisión de Rato, asunto del que no se trató, han informado fuentes jurídicas.

Preguntado por más detalles de los encuentros, celebrados en las noches del 4 y 6 de mayo, Botín ha señalado que no recuerda la fecha en la que se convocó la primera porque él ya se había reunido en solitario en otras ocasiones con De Guindos, pero ha supuesto que sería en fechas próximas y por teléfono, según han precisado a Efe otras fuentes.

Bankia preocupaba a los mercados nacionales e internacionales, cuya situación influía en la evolución de la prima de riesgo, en España se estaba sufriendo huida de depósitos y el rescate estaba próximo, motivos por los que a Botín no le extrañó la convocatoria.

Además de estos asuntos, en la hora y media que duró la reunión, en la que los cinco asistentes no cenaron, Botín defendió que Bankia necesitaba una actuación "rápida y masiva", tras lo que ha precisado al juez instructor Fernando Andreu que la cifra de la que se hablaba era de 15.000 millones, más del doble de lo que proponía Rato en su plan si se excluye los 4.465 millones ya recibidos por el grupo.

Por ello, ha justificado que, en aquel momento, la mejor solución fue la propuesta del ministro de emprender una rápida capitalización de la entidad, a la que finalmente se le terminó inyectando una cantidad de unos 22.000 millones, lo que llevó a su nacionalización.

Esa posición volvió a trasladarla en la reunión del día 6, a la que, como en la anterior, tampoco acudió el exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez, extremo que a Botín no le extrañó, han señalado las fuentes consultadas.

De Guindos, que ha declarado dos veces como testigo por escrito, señaló que los encuentros "se enmarcaban en los contactos habituales que tenía con los responsables de las principales instituciones financieras españolas para analizar la situación del sistema financiero".

Según el ministro, entre otros asuntos, se trató "la crisis de la zona euro, la evolución y perspectivas de la economía nacional e internacional, las principales variables financieras, en particular la evolución del crédito y acceso a la financiación, y las iniciativas legislativas europeas con impacto en el sistema financiero".

La acusación popular ejercida por UPyD ha preguntado a Botín si entre las dos reuniones Rato había acudido a La Moncloa para verse con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pero el banquero ha respondido que no se abordó este tema en las reuniones, en las que el expresidente de Bankia tampoco trasladó su intención de dimitir.

Además, se le ha inquirido sobre las cuentas de la entidad, que en marzo daban unos beneficios de 309 millones de euros, a lo que Botín ha respondido que sólo se ocupa de las de su grupo.

Y, sobre si habló de la necesidad de reformular esos números, que en mayo se transformaron en unas pérdidas de 2.979 millones de euros, el banquero ha respondido que "sólo se habló de lo importante".

Por último, ha resaltado que no le consta que el ministro exigiera un nuevo plan de viabilidad para Bankia, que tenía uno ya aprobado el 17 de abril, ni tampoco que la entidad estuviese barajando la posibilidad de fusionarse con otras entidades.