Bruselas lo apuesta todo a los contratos de energía a plazo para bajar las facturas

Acuerdo de compraventa de energía o PPA (Power Purchase Agreement) son palabras que les sonará si es un habitual de la actualidad energética. La Comisión Europea (CE) ha presentado una propuesta para reformar el mercado eléctrico sin grandes revulsivos, sino que tiene un carácter continuista y que apuesta por incentivar los contratos a plazo con un precio fijo con el fin de reducir la volatilidad de precios y rebajar las facturas de la luz de los consumidores.

La reforma propuesta por el Ejecutivo introduce medidas para incentivar los contratos a largo plazo con producción de energía renovable y aportar así al sistema más soluciones limpias y flexibles con el fin de competir con el gas, el causante (junto con el CO2) de los precios disparatados de la electricidad desde el verano de 2021. Bajo el sistema actual de fijación de precios en el mercado intradía, es la tecnología más cara, generalmente el gas, la que marca el precio del resto de formas de generación.

No obstante, el Viejo Continente tiene mucho por hacer en el terreno de los PPA. Es cierto que, gracias a la continua reducción de los costes de las energías renovables, el volumen total de este tipo de contrato en Europa (incluidos el Reino Unido y Noruega) ha aumentado exponencialmente desde que se superara el umbral de 1 gigavatio (GW) en 2016. Sin embargo, tras alcanzar los 8 GW en 2021, los datos de 2022 indican una caída por primera vez en seis años, por debajo de los 7 GW, según datos de la Comisión. España lidera el mercado europeo de contratos PPA por cuarto año seguido en 2022.

"Una primera evaluación sugiere que este cambio de tendencia puede haberse debido a una serie de señales contradictorias: mayor volatilidad de los precios, incertidumbre sobre los niveles de precios futuros, inflación y un aumento de los precios de las materias primas. Estos factores han hecho más complejo el acuerdo sobre el precio, al tiempo que han aumentado el atractivo para los generadores de vender en el mercado a corto plazo. Las iniciativas reguladoras para hacer frente a los altos precios de la electricidad también han contribuido a la incertidumbre", señala Bruselas en un documento de trabajo. 

Modalidades de PPAs

Los PPAs suelen darse entre generadores y empresas que necesitan grandes cantidades de electricidad o entre un desarrollador y un comercializador que revenderá la energía. La firma de un PPA puede entenderse también como un compromiso que permite al desarrollador renovable tomar una decisión de inversión bajo criterios de rentabilidad y conseguir la financiación necesaria para ejecutar un proyecto. Las dos modalidades más comunes son Onsite y Offsite. En el primer caso, desde una instalación fotovoltaica montada en las instalaciones del cliente y conectada a su red interior. El desarrollador renovable realiza la inversión, diseña, monta, opera y mantiene la instalación. La energía generada por los paneles es energía que el cliente deja de demandar de la red y el desarrollador la ofrece a un precio más competitivo. Por su parte, la segunda modalidad es un contrato asociado a un parque eólico o instalación de energía fotovoltaica 'utility scale' conectado a la red de transporte o distribución del sistema eléctrico del país para llevar la energía desde su punto de origen al de consumo.

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En este sentido, para hacer frente a los obstáculos actuales que impiden un mayor despliegue de los PPAs, como el riesgo de crédito de los compradores, la reforma obligará a los Estados miembro a garantizar para estos contratos la disponibilidad de garantías basadas en el mercado. Hay que señalar que las empresas electrointensivas acostumbraban a acudir directamente al mercado diario antes de que estallara la crisis energética. Tras la escalada de precios, las eléctricas se quejaron de que se les tratara de obligar a subastar energía entre la gran industria y que esta no se hubiera cubierto las espaldas con contratos a plazo. 

Asimismo, con el fin de proporcionar a los productores de energía unos ingresos estables y proteger a la industria de la volatilidad de los precios, todo el apoyo público a nuevas inversiones en generación inframarginal y sostenida de electricidad renovable y no fósil tendrá que adoptar la forma de contratos bidireccionales por diferencias, mientras que los Estados miembro estarán obligados a canalizar los ingresos excedentarios hacia los consumidores. Desde la patronal de las grandes eléctricas en España, Aelec, señalan que la reforma plantea "acertadamente" que el desarrollo de los mercados y de los contratos a largo plazo es la mejor forma de trasladar a los clientes los beneficios económicos de la generación renovable. "Se reconoce que Europa necesita seguir atrayendo la inversión necesaria para las tecnologías renovables y de bajas emisiones de carbono que impulsarán a Europa hacia la energía de emisiones netas cero y que la regulación debe garantizar una buena integración de todos los instrumentos", subrayan.