Cádiz se entrega al lujo y las corbetas de Navantia para no ser el 'colista' del paro

  • La bahía celebra el acuerdo hispano-saudí para fabricar cinco corbetas que generará 6.000 puestos de trabajo y recupera la marroquinería. 
Navantia Cádiz
Navantia Cádiz
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El próximo martes, con presencia de los gobiernos saudí y español, se llevará a cabo en el astillero de Navantia de San Fernando (Cádiz) el simbólico corte de chapa que da el pistoletazo de salida a la construcción de la primera de las cinco corbetas que los astilleros públicos españoles construirán para la marina de guerra de la monarquía árabe. Un contrato de 1.800 millones de euros que ha hecho verter ríos de tinta y que suscitó en su día una gran controversia en la sociedad española, pero que generará 6.000 puestos de trabajo, directos e indirectos, durante los próximos años. Algo que es recibido casi como un maná en la bahía de Cádiz y en toda la provincia, que lidera el paro nacional, con una tasa de desempleo estructural que rara vez baja del 30%.

Para el prestigioso 'The New Times', la ciudad de Cádiz es el destino turístico más interesante de España y la sitúa entre las 50 más atractivas del mundo, gracias a una oferta gastronómica de altura y a sus vinos. Según el periódico, la ciudad y la provincia viven un "renacimiento culinario" con apuestas como el famoso restaurante Aponiente, en El Puerto de Santa María -con tres estrellas Michelin- de Ángel León, conocido como el 'chef del mar'. Pero la provincia gaditana, a pesar del problema histórico del desempleo, es algo más que todo eso y avanza hacia un modelo económico que permita mejorar su desarrollo. 

"Es cierto que tenemos esa lacra, ser conocidos como la provincia del paro, pero soy optimista y creo que estamos en la rampa de salida para dejar de serlo y para revertir esta situación. De momento, casi estamos ya en datos de empleo de antes de la crisis, que aquí golpeó muy duro", asegura a La Información Ángel Juan Pascual, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Cádiz.

De cualquier manera, los datos laborales son inquietantes. En Cádiz, con una población algo inferior a 1,2 millones personas, hay apenas 366.00 afiliados a la Seguridad Social trabajando en estos momentos y 151.000 personas en situación de desempleo. Las cifras de paro de las poblaciones más importantes de la provincia lo dicen todo: desde Sanlúcar de Barrameda hasta Ubrique, pasando por La Línea de la Concepción o Chiclana,la tasa de desempleo se mueve entre el 28 y el 33%, un paro que en buena parte es crónico, porque 49.000 gaditanos llevan cuatro años o más años sin trabajar.

La esperanza de los desempleados

Justo al otro lado de la bahía, en Cádiz capital, Antonio Rodríguez, con 32 años y parado, mirará de reojo e ilusionado el acto que da inicio a la construcción de las corbetas. Aparte del de San Fernando, en los otros centros de Navantia en la bahía, Puerto Real y Cádiz, especializado este último en la reparación de buques, también hay carga de trabajo. Además, el Plan Estratégico para el astillero firmado recientemente entre la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) y los sindicatos prevé un incremento de la producción y la renovación de buena parte de la plantilla en la bahía de Cádiz, que actualmente se sitúa alrededor de las 1.600 personas.

Se prejubilarán, de aquí al 2022, los trabajadores que cumplan en este periodo 61 años, casi el 60% de la plantilla, y "entrarán a trabajar, en un ratio de casi uno por uno, nuevos trabajadores. Una gran noticia y un impulso para el empleo en la zona, que depende casi al 100% de Navantia porque aquí, lamentablemente, no tenemos otra industria", nos explica el secretario general de la sección de CCOO en Navantia San Fernando, Enrique Martínez.

"Los astilleros son vitales para Cádiz porque además del empleo directo generan miles de puestos de trabajo en la industria auxiliar y actividad económica a su alrededor y eso es muy importante para nosotros porque la industria -Delphi, General Motors…- casi se desmanteló con la crisis y eso trajo consigo una caída en cascada de muchas pymes", argumenta el presidente de la Cámara de Comercio de Cádiz, que  apunta además otros sectores como el turismo, "pero no solo el de sol y playa, sino el gastronómico, rural, cultural…", la industria vinícola e, incluso, la llegada de estudiantes de Erasmus, "porque Cádiz es la provincia de Andalucía, en porcentaje, que más estudiantes de Europa acoge, y eso es también una fuente de ingresos y riqueza", asegura.

Cruceros, viento en popa

Otra vía de ingresos y empleo son los cruceros que hacen escala en Cádiz, que han aumentado en un 10% en 2018 -322 cruceros entre enero y diciembre con la llegada de 424.764 pasajeros-, la capital española donde más lo han hecho, lo que ha supuesto unos ingresos estimados para Cádiz de más de 16 millones de euros.

El presidente de la Cámara de Comercio no se olvida de otro sector, que también atravesó su "particular ‘vía crucis’" hace unos años con la crisis y la competencia de China y el sudeste asiático, pero que vuelve a demostrar su pujanza: el de la marroquinería, instalado en Ubrique, pero también en pueblos cercanos como Prado del Rey. Casi 300 empresas, 5.000 empleos directos y otros 1.000 más indirectos, un 80% de la producción para la exportación, y unas ventas al exterior que supusieron en 2017 unos ingresos de 63 millones de euros. Louis Vuitton, Chanel, Dior, Carolina Herrera, Loewe, Chicé, OneSixOne … "Todas las firmas de lujo fabrican sus artículos –bolsos, cinturones, carteras, incluso zapatos…- en Ubrique y pueblos cercanos", explica Pascual.

Se calcula que el 70% de la población activa de Ubrique, 16.700 habitantes, vive de la piel. La piel de lujo. Eso sí, en secreto, "porque las firmas de moda y lujo exigen a sus fabricantes, incluso a los empleados, máxima confidencialidad", para protegerse frente a las falsificaciones, uno de los motivos por el que las firmas de lujo volvieron a Ubrique, además de la calidad de sus productos, después de que a principios de los 2000 muchas de ellas se llevaran su producción a Asia.

Aquello fue un ‘terremoto’ económico para Ubrique, que en 2009 llegó a ser el municipio con más paro de España, con una tasa de desempleo del 51%. Hoy el porcentaje de parados en este pueblo de la sierra gaditana se ha reducido en 20 puntos, aunque no logra, de momento, bajar esa barrera estructural del 30%. "Pero las perspectivas de la industria de la piel son buenas y estamos convencidos que seguirá creciendo en los próximos años y generará más empleo".

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