CaixaBank gana 466 millones y baja por tercer trimestre su tasa de morosidad

Barcelona, 24 oct.- CaixaBank ha obtenido en los nueve primeros meses del año un beneficio neto de 466 millones de euros, un 1,6 % más que en 2013, y ha seguido reduciendo su carga de activos dudosos y su tasa de morosidad, que ha caído por tercer trimestre consecutivo, situándose en el 10,48 %.

Entre enero y septiembre, la entidad ha logrado 1.037 millones de euros con el negocio bancario y asegurador, mientras que las participadas le han reportado 171 millones.

Por contra, la actividad inmobiliaria le ha generado una pérdida de 742 millones, ha explicado hoy el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, en rueda de prensa.

El directivo ha destacado la "solidez" del negocio bancario, con un crecimiento del margen de explotación del 6,7 % -sin considerar los gastos extraordinarios registrados en 2013- gracias a la captación de nuevos clientes y recursos minoristas.

Gortázar ha subrayado, asimismo, que los créditos brutos a la clientela ascienden ahora a 194.447 millones de euros, un 6,2 % menos, sobre todo por el proceso generalizado de desapalancamiento y la reducción de la exposición al sector promotor.

Sí que han crecido, en cambio, las nuevas concesiones de crédito a pymes y particulares, lo que evidencia, según Gortázar, la mejora de la economía, que ve lejos de una posible segunda recesión en el conjunto de Europa.

En este último trimestre, además, CaixaBank ha vuelto a reducir su tasa de morosidad hasta el 10,48 %, por debajo de la medida del sector, del 13,25 % en agosto, gracias a una fuerte reducción de los saldos dudosos de 3.925 millones (-15 %).

Si se aisla el impacto de la actividad inmobiliaria, la ratio de morosidad del banco catalán se sitúa en el 6,5 %.

Gortázar ha admitido que CaixaBank ya conoce los resultados de las pruebas de solvencia que se divulgarán el próximo domingo, pero ha evitado avanzar cualquier dato por razones de estricta confidencialidad.

En cualquier caso, se ha mostrado confiado en que los test a la banca europea y el proceso de revisión de la calidad de sus activos aportarán tranquilidad, y ha dicho que pueden ser un "punto de cambio" para el sector financiero europeo.

Preguntado por el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid, ha asegurado que se trata de una práctica "condenable" que espera que no vuelva a ocurrir, y ha recordado que ahora corresponde a los tribunales investigar los hechos y concretar los distintos grados de responsabilidad de las personas involucradas.

También en referencia a la actualidad, en este caso al debate soberanista catalán, el directivo de la entidad ha insistido en que CaixaBank "sólo" se plantea un escenario de futuro político para la Cataluña que pase por un "gran acuerdo beneficioso para Cataluña y para España", y por ello ha apelado a la negociación y al diálogo entre las partes.

En cuanto al futuro del Banco Espírito Santo (BES), CaixaBank, que ostenta el 44,1 % del Banco Portugués de Inversiones (BPI), ha comentado que ve con buenos ojos que la entidad lusa analice la posible compra del BES.

"Lo que tiene que hacer BPI, y no CaixaBank, es analizarlo y tiene toda la confianza por nuestra parte. Nosotros apoyaremos el estudio de la operación y la seguiremos de cerca para aportar nuestra opinión", ha indicado el directivo.

Gortázar no ha dado pistas sobre cuál será el futuro de CaixaBank en el austríaco Erste Bank, del que ostenta casi un 10 % de su capital, y que en los últimos trimestres ha estado penalizando las cuentas del banco catalán.

CaixaBank, que el pasado agosto acordó la compra, por un importe de 800 millones de euros, del negocio de banca minorista, gestión de patrimonios y banca corporativa de Barclays en España, ha admitido que esta operación comportará el cierre de sucursales de una u otra entidad, pero no ha cifrado el número de oficinas que se recortarán.