Más de 42.000 adhesiones al Código de Buenas Prácticas

Casi la mitad de las solicitudes al plan de rescate para hipotecados se rechazan

El Informe de Estabilidad Financiera señala que el 40% de las peticiones para adherirse al Código de Buenas Prácticas que entró en vigor en enero fueron denegadas, un porcentaje que podría elevarse hasta el 50%.

Pablo Hernández de Cos
Casi la mitad de las solicitudes al plan de rescate para hipotecados se rechazan
Europa Press

El 40% de las solicitudes al Código de Buenas Prácticas, que entró en vigor el 1 de enero y al que se sumó la banca en bloque, se rechaza. No obstante, el Banco de España cree que este porcentaje puede ir a más si se suman las que están revisión, hasta alcanzar el 50%. Así lo aseguró Ángel Estrada, director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España, duranta la presentación del Informe de Estabilidad Financiera de otoño. 

Estrada ha explicado que estas solicitudes, que no han logrado el visto bueno para acogerse al plan de rescate para hipotecados, se debe a criterios objetivos. Es decir, porque bien superan el nivel de renta o el valor de la vivienda.

En este sentido,  el organismo ha señalado que en los primeros siete meses de 2023, el número de solicitudes de adhesión han superado las 42.000 (42.800), un volumen de solicitudes alto en relación a la experiencia del Código de Buenas Practicas de 2012. No obstante, es una cifra limitada si se tiene en cuenta que con respecto al número total de hipotecas vivas representan menos del 0,4% y también si se tienen en cuenta el número de hogares vulnerables. 

El documento también recoge que “el porcentaje de operaciones efectivamente realizadas ha sido reducido en relación con el volumen de solicitudes". En concreto, un 8% Si bien, un 50% estarían pendientes de resolverse. El Banco de España también explica que, de las que llegan a los servicios de reclamación, el 90% se resuelven a favor del cliente. Ese 10% de rechazo elevaría finalmente a alrededor del 50% las denegadas, aunque han dejado claro que la negativa obedece a criterios objetivos. 

A pesar de este volumen elevado, Estrada no ha querido valorar una posible ampliación de los umbrales de renta para acogerse o una prórroga de las medidas como facilitar el cambio tipo variable a fijo. En su opinión, “es pronto hacer una valoración global del impacto que está teniendo el Código”. Estrada ha puesto en relieve que el organismo regulador no ha detectado un incremento significativo de reestructuraciones o refinanciaciones en los préstamos a hogares fuera del ámbito de los códigos.

En cambio, sí que ha constatado una mayor actividad de novaciones, es decir, de de prestamos que han pasado de tipo variable a fijo. El organismo ha achacado a dos factores que la presión financiera en los hogares no haya ido a más. Por un lado, “la resiliencia del empleo y, por otro, la renta habría sostenido la capacidad de pago de los hogares”. El organismo regulador ha advertido que “la modificación de condiciones hipotecarias, también dentro del diseño de estos paraguas de ayuda a los hipotecados”, implica costes para los hogares en la medida que requieran de un esfuerzo de financiación adicional. Así, estos tienen, de forma general, incentivos para usar estas opciones solo cuando sufren problemas de liquidez que no admiten una solución alternativa.

Un 30% de las hipotecas por revalorizar 100 puntos básicos

Aunque el BCE dejó sin cambios los tipos de interés el pasado jueves, el Banco de España sugiere en su Informe de Estabilidad Financiera que “la transmisión de la política monetaria a los costes financieros de los hogares es todavía incompleta”. Se estima que algo menos de un tercio de las hipotecas (en concreto un 30%) a tipo variable tendrán una revisión de 100 puntos básicos o más en su tipo de interés entre junio de 2023 y junio de 2024. Adicionalmente, de acuerdo con las simulaciones del Banco de España, el porcentaje de hogares con deuda con una carga financiera neta elevada, por encima de los estándares del 30%, se vería presionado al alza en 4,2 puntos porcentuales, hasta el 14,6%, ante un incremento del euríbor a 12 meses de 500 puntos básicos, (algo superior al observado hasta ahora).

Aquellas familias que se sitúen entre el percentil 20 y el 60 de renta se verían más afectadas por esta perturbación. En función de la evolución de las rentas y de los precios de consumo, esta presión puede verse minorada o amplificada.

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