Castigados 54 altos cargos ministeriales por accidente de tren con 40 muertos

  • Cinco meses después de que China sufriera el primer accidente de su línea de trenes de alta velocidad, que causó 40 muertos cerca de Wenzhou (este), el Ejecutivo chino anunció hoy sanciones para 54 altos cargos del Ministerio de Ferrocarriles, tras debatir la cuestión en la sesión semanal del Consejo de Estado.

Pekín, 28 dic.- Cinco meses después de que China sufriera el primer accidente de su línea de trenes de alta velocidad, que causó 40 muertos cerca de Wenzhou (este), el Ejecutivo chino anunció hoy sanciones para 54 altos cargos del Ministerio de Ferrocarriles, tras debatir la cuestión en la sesión semanal del Consejo de Estado.

Las sanciones incluyen despidos, expulsiones del Partido Comunista de China, degradaciones y expedientes disciplinarios, señaló el Consejo de Estado en un comunicado.

Los cargos de más alto nivel que reciben sanciones son el viceministro Lu Dongfu y el ingeniero jefe del ministerio, He Huawu, aunque el castigo para ambos se limita a un expediente disciplinario, según la nota oficial.

También están entre los sancionados el antiguo ministro Liu Zhijun, y el ex segundo ingeniero jefe Zhang Shuguang, si bien ambos ya fueron destituidos del ministerio a principios de 2011, antes incluso de que se produjera el accidente (el primero afronta un proceso judicial por presunta corrupción).

Por otro lado, entre los altos cargos que perderán su empleo y su puesto directivo en el Partido Comunista se encuentran el director del Departamento de Tecnología del ministerio, Ji Xuesheng, y el presidente del Grupo de Ferrocarriles de Cantón, Xu Xiaomin, que ya habían sido degradados a raíz del accidente.

El siniestro, ocurrido el 23 de julio, fue uno de los peores accidentes ferroviarios de China en las últimas décadas, y sembró muchas dudas sobre la fiabilidad de la alta velocidad del país asiático, precisamente ahora que la segunda economía mundial quiere exportar esta tecnología a otros mercados, incluyendo EEUU y Europa.

El accidente, unido a las frecuentes averías en la principal línea de trenes bala chinos (la Pekín-Shanghái, inaugurada también en julio), a los escándalos de corrupción en torno a Liu y al fuerte endeudamiento del ministerio, golpearon por extensión a la credibilidad del Gobierno chino, al que se acusó de desarrollar demasiado rápido este transporte, sin atender a la seguridad.

Ajena a estas críticas, la principal fabricante china de ferrocarriles, CSR, ha probado en los últimos días una nueva generación de trenes que alcanzarán los 500 kilómetros por hora y serán los más rápidos del mundo, según se anunció el pasado lunes.

No obstante, el Ministerio de Ferrocarriles también admitió recientemente que en 2012 reducirá ligeramente su gasto en nuevas líneas, para contener su fuerte endeudamiento e intentar reducir las críticas que la opinión pública le ha lanzado este año.

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