La Unión europea ha firmado un acuerdo con Chile para la obtención de litio y cobre, materias primas clave para la fabricación de baterías y el sector automovilístico, a cambio de comprometerse a promover la industria chilena. El país latinoamericano ha pedido a sus socios europeos que impulsen las cadenas de valor y la creación de empleo de calidad dentro de su territorio.
Este pacto se ha dado en el contexto de la cumbre celebrada a día martes 18 de julio en Bruselas, dónde se han reunido por primera vez desde hace ocho años los países de América Latina y el Caribe con los miembros de la UE, por iniciativa de la presidencia española del Consejo. Thierry Breton, comisario europeo de Mercado interior y Servicios, ha firmado este acuerdo en presencia de los presientes de la Comisión Europea y Chile, mientras que el país extractor de materias primas ha sido representado por su ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren Stork
El encuentro se ha dado dentro de un marco de iniciativas para la mejora de la cooperación internacional en la producción en industrias con materias primas sostenibles. Esta serie de iniciativas son englobadas por el programa de inversiones Global Gateway y el reglamento recogido en la Ley de Materias Primas Críticas.
Materias enfocadas a la transición ecológica
También persigue desarrollar una industria competitiva y sostenible para el procesamiento de materias primas y valor agregado local en el sector minero, además de crear empleo de calidad y un crecimiento económico sostenible e incluyente, en beneficio mutuo de ambas partes.
En concreto, esta nueva asociación se centra en áreas como la integración de cadenas de valor de materias primas sostenibles; la investigación y la innovación; la cooperación para aprovechar los criterios ambientales, sociales y de gobernanza; el despliegue de infraestructura para el desarrollo de proyectos y el fortalecimiento de capacidades, educación y formación profesional.
De este modo, la UE se beneficiará de un refuerzo de las relaciones en lo que respecta a la obtención de materias primas críticas estratégicas para la transición ecológica que se ayudarán a diversificar sus fuentes para huir de la dependencia de terceros como China, al tiempo que Chile recibe inversiones europeas para dar un impulso a su economía.
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