Cifran en 25.600 millones las pérdidas de España por ataques especulativos

  • España pudo perder hasta 25.600 millones de euros entre el 3 de mayo y el 17 de junio de 2010 a causa de los ataques especulativos contra su economía, según un libro publicado por la Universidad de Granada (UGR).

Granada, 16 dic.- España pudo perder hasta 25.600 millones de euros entre el 3 de mayo y el 17 de junio de 2010 a causa de los ataques especulativos contra su economía, según un libro publicado por la Universidad de Granada (UGR).

La obra "La disciplina de la información prevista por la normativa del mercado de valores", de la profesora Carmen Rojo Álvarez-Manzaneda, explica que estos ataques se concretaron en "una serie de rumores procedentes del exterior".

"El mayor ataque que está sufriendo España en los últimos tiempos no va dirigido contra su integridad territorial, su Ejército en el extranjero, ni a la alteración del sistema de libertades con atentados terroristas. La gran amenaza al país en 2010 ha tenido como objetivo su economía", explica la autora.

Rojo recuerda los rumores lanzados al mercado por Alemania y el Deutsche Bank en mayo de 2010 respecto a una "supuesta" necesidad de la economía española de ser rescatada, así como otros que en la misma línea fueron publicados por prestigiosos medios e incluso algunas declaraciones de miembros del Gobierno germano.

La profesora sostiene en su libro que la crisis económica iniciada en 2008 tiene su origen en la incertidumbre provocada en los inversores por causa de la información especulativa introducida en los mercados.

"La información económica, es decir, aquella relacionada con la rentabilidad del producto, y por ello la que viene a otorgar únicamente seguridad económica en la toma de decisiones en el mercado, es la que hasta ahora tiene un mayor peso en la percepción por los inversores", explica.

El volumen se divide en cinco capítulos en los que se trata la información como principio, relacionada con los emisores, con los intermediarios financieros, con las sociedades cotizadas, y, por último, con la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

La profesora asevera en su libro que la disciplina de la información es un cauce eficaz y adecuado "para reportar seguridad jurídica al inversor, que permite actuar como contrapeso a las especulaciones basadas en un flujo de información limitado al estricto sector económico de la liquidez".

Este hecho, de recepción y difusión de la información, faculta al inversor para, entre otras cuestiones, "adoptar sus decisiones en el mercado con pleno conocimiento de causa", explica esta profesora.

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