Advertencia de Business Europe 

La patronal europea alerta: el golpe del virus a las empresas aún está por llegar

Contenedores de mercancías en un puerto
Contenedores de mercancías en un puerto
PUERTOS DEL ESTADO - Archivo

Un contenedor de mercancía procedente de China tarda entre 4 y 6 semanas en llegar a Europa, y en muchos casos las interrupciones puntuales de suministro pueden salvarse durante un periodo breve con stock e inventario. Por eso los efectos de los cierres de fábricas en el gigante asiático por la epidemia del coronavirus se van a dejar sentir en el continente europeo con considerable retraso. Así lo advierte la patronal europea Business Europe en una nota interna remitida a sus socios españoles de la CEOE a la que ha tenido acceso La Información y que deja claro que un "impacto mucho más fuerte se va a manifestar en el mes de marzo entre las compañías europeas que dependan de suministradores chinos". Lo peor, en definitiva, aún está por llegar.

Business Europe está monitorizando la evolución del Covid-19 desde su aparición en el país asiático y, con mayor intensidad, desde que comenzó su propagación hacia el viejo continente. Tanto es así que la patronal elabora informes diarios de análisis de situación y los envía a las organizaciones empresariales de los distintos países para que tengan conocimiento de cómo se ve la crisis desde la perspectiva europea. El último deja claro que aunque es imposible predecir cuál va a ser el impacto económico del virus porque no se puede saber cuánto va a durar ni a qué velocidad ni cómo de lejos se va a expandir, ya se están detectando efectos en áreas y sectores muy concretos.

Para empezar, se ha producido un desplome de la demanda que indudablemente va a afectar al consumo. Al obvio impacto de regiones completas en cuarentena, empresas cerradas y consumidores en sus casas por temor a contagiarse del virus se van a sumar efectos de segunda ronda en los países que no están afectados por el coronavirus pero dirigen sus exportaciones a áreas que sí lo están, por lo que acabarán experimentando una caída de la demanda de sus bienes y servicios. Y a esto se suma un desplome de la confianza del consumidor que se traducirá en un hundimiento de las ventas.

El informe prosigue repasando una serie de indicadores en los que ya se puede cuantificar el golpe: un descenso de los precios del crudo de más del 20% desde enero, reflejo de la escasa demanda afectada sobre todo por los transportes; un sector turístico que ya muestra "claros signos" de afectación negativa, con Francia como ejemplo reportando una caída de la actividad de entre el 30% y el 40%; el terremoto en los mercados, con Wall Street atravesando a finales de febrero su peor semana desde la crisis financiera, señal de que los inversores ven escasas expectativas en muchas industrias que se van a ver negativamente afectadas... 

Y entonces entra en lo que considera el verdadero problema en estos momentos: la interrupción de las cadenas de suministro. "En China se han cerrado muchas fábricas, las autoridades han interrumpido los enlaces de transporte acordonando zonas afectadas y se ha roto la conectividad de la cadena de suministro y aunque las compañías puedan encontrar proveedores alternativos que no estén afectados por el brote, esto supondrá un incremento de los costes", advierte el análisis. 

Problemas de transporte

En este contexto adverso, el informe de Business Europe enumera los principales problemas que están reportando las compañías europeas de diferentes sectores en el país asiático: falta de suministros, caída del consumo, cancelación de eventos y viajes de negocios... Pero sobre todo destaca los problemas en el área de logística, con el transporte aéreo y marítimo "fuertemente afectados". "Algunas compañías están buscando alternativas como el tren o la carretera, pero no es fácil por la falta de personal en estas áreas que puedan manejar los contenedores", indica, y añade que no hay suficientes contenedores disponibles.

En la nota, los empresarios europeos avisan además de que en China no se están llevando a cabo inspecciones 'in situ' en los sectores que deben realizarse antes de enviar las mercancías, que faltan mascarillas y material para proteger al personal del coronavirus y que empiezan a detectar problemas de tesorería en muchas empresas. Por esto, piden a las autoridades chinas "información clara", si bien admiten que las medias puestas en marcha por el Gobierno chino en materia financiera están ayudando a las compañías a aliviar el impacto. 

Respecto a las operaciones en Europa, la principal preocupación de los empresarios es la falta de suministros y el consecuente encarecimiento de las mercancías. En este sentido, el informe avisa de que sectores como el automóvil o el textil podrían quedarse sin suministros "en las próximas dos o tres semanas" e incide en que la caída del consumo en el gigante asiático está afectando a diferentes industrias como las aerolíneas y el turismo en general, por la cancelación de viajes a China, y otras como la producción agrícola. 

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