En España cada vez nos independizamos más tarde, puesto que a pesar de que el deseo de muchos jóvenes es emanciparse tras encontrar su primer trabajo, los gastos económicos a los que hay que hacer frente no siempre lo hacen posible.
Por este motivo, es importante saber cuánto cuesta vivir solo, de forma que se pueda hacer una estimación y considerar así si se dispone de una situación económica que permita abandonar la vivienda familiar.
En primer lugar, hay que tener en cuenta los gastos fijos, que son aquellos que habrá que asumir y que su valor se mantiene en el tiempo. El más importante de todos es el gasto de alquiler o la cuota de la hipoteca, que en todo caso nunca debería superar el 35% de tus ingresos totales.
El precio medio del alquiler en España ronda los 11,9 euros por metro cuadrado, de forma que aquellas personas que alquilen una vivienda de tres habitaciones y unos 80 metros cuadrados, que es el tipo de vivienda más habitual en nuestro país, habrá que desembolsar, de media, unos 952 euros al mes.
No obstante, lo más frecuentes es que, para una primera vivienda, cuando se utilizará para vivir en solitario, no se necesite de una casa tan grande, y en este sentido, un inmueble de un solo dormitorio y unos 40 metros cuadrados tiene un coste de unos 476 euros, que es mucho más asumible para independizarse en un principio. De cualquier forma, el precio medio del alquiler varía notablemente en función del lugar elegido para residir.
Si en lugar del alquiler se opta por comprar un inmueble, el coste se sitúa en unos 1.996 euros por metro cuadrado, lo que significa que una casa con tres habitaciones y 80 m² costará, de media, cerca de 160.000 euros, de nuevo influyendo mucho el lugar en el que se adquiera. A estos gastos hay que sumar los derivados de la entrada, los gastos de notaría, los impuestos y los gastos de constitución de la hipoteca, los cuales llevan a un coste de entre 40.000 y 50.000 euros.
Otros gastos al emanciparse
Más allá de los gastos derivados del alquiler de la vivienda o de la adquisición de la misma, hay otros gastos a contemplar, debiendo tener en cuenta el precio de los suministros, como son los recibos de la electricidad, internet, agua, telefonía móvil y gas natural o butano. Estos suponen un desembolso de entre 100 y 150 euros.
Por supuesto, tampoco hay que olvidar los gastos en alimentación, uno de los más importantes. Aunque dependerá de cada caso en particular, según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), una persona necesita desembolsar unos 116 euros de media al mes para alimentarse.
Es importante tener en cuenta que hay otros gastos variables que dependen del estilo de vida de cada persona y que solo se generan de forma ocasional, como sucede en el caso de los costes relacionados con el transporte, en el caso de que se necesite de un abono de transporte público, del combustible del vehículo, etcétera, además de sumar los desembolsos en seguros de hogar, de vida, de salud, de arrendamiento, o los impuestos (impuesto de bienes inmuebles o IBI, impuesto de circulación del coche…). A ellos habrá que sumar todos los gastos en hobbies, viajes, ropa y ocio en general.
De esta manera, para poder saber cuánto cuesta independizarse, es importante calcular de la manera más exacta posible cuáles son tus gastos fijos, para luego restarlos del salario y determinar así un objeto de ahorro mensual, cifra que podrás destinar a los gastos variables.
