Comprar o alquilar una vivienda, ¿qué es recomendable con los precios actuales?

En España, la vivienda se ha convertido en un problema para muchos inquilinos debido al incremento de los precios. Tanto el coste de compra como de alquiler se ha visto incrementado. En el primer caso, el precio medio tasado de la vivienda libre se encareció un 3,1% en el primer trimestre del año, la cifra más elevada desde el último trimestre de 2010, según datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma). Además, los datos de Fotocasa señalan que el precio de la vivienda de segunda mano sufrió un incremento interanual del 10,2%.

A la hora de comprar una vivienda también hay que tener en cuenta que su desembolso económico obliga a muchos a recurrir a una hipoteca para financiar la compra. En la actualidad, la subida de los tipos de interés impulsada por el Banco Central Europeo ha incrementado el coste de financiación. Las entidades financieras han incrementado los tipos tanto de las hipotecas a tipo de interés fijo y variable. El Euríbor, el principal índice de referencia de las hipotecas variables, superó este viernes la barrera del 4% por primera vez desde noviembre de 2008.

Esta situación complica la capacidad de compra. Y a ello se suma la caída de la tasa de ahorro y la inestabilidad económica, con un descenso en la concesión de hipotecas por parte de los bancos. La alternativa es el alquiler, pero la tendencia alcista se repite también en sus precios. En los últimos 10 años, desde 2012, el precio de la vivienda en alquiler se ha disparado un 51,4%, según los datos de Fotocasa. En concreto, el último año el precio del alquiler se encareció un 7,4%.

¿Qué decisión tomar comprar o alquilar una vivienda?

Ante este contexto, la decisión de comprar o alquilar una vivienda con el objetivo de ahorrar dinero no es fácil. Gonzalo Ortega, 'partner’ de Axis Corporate, explica que la decisión “dependerá de la capacidad de pago y de la necesidad de flexibilidad de cada individuo a la hora de cambiar de residencia, dejando la rentabilidad en un segundo plano”.

Pero, de manera general, Ortega apunta que, para los “perfiles con conocimientos de inversión avanzados”, puede resultar atractivo apostar por el alquiler de la vivienda habitual frente a la compra. Señala como ventajas la flexibilidad y que con el capital invertido “pueden obtener en otras inversiones rentabilidades superiores al descontar los costes de la hipoteca, siempre y cuando los mercados financieros acompañen”.

Vivienda como inversión

Más allá de la vivienda como residencia habitual, las casas también son una inversión con el que obtener rentabilidad. En ese sentido, Gerardo Ortega señala que “la inversión en vivienda sigue siendo un valor estable, especialmente en los principales núcleos de población donde se mantiene la escasez de oferta en alquiler y el valor del activo continúa creciendo, con rentabilidades medias superiores al 7%”. Por ello cree que, en un entorno de “incertidumbre” en los mercados financieros, es una inversión “muy atractiva a largo plazo”. No obstante, señala que es una inversión "poco líquida” y cree que "no está exenta de cierto riesgo por el posible impago de rentas y la nueva Ley de Vivienda”.

Sobre el precio de la vivienda, el Banco de España ha advertido esta misma semana que le costará bajar debido a la escasez de obra nueva y el encarecimiento de los materiales de construcción. Según un informe que publicó este martes, uno de los principales dinamizadores del mercado de la vivienda desde la pandemia fueron los compradores nacionales, muchos con un patrimonio preexistente "de cierta entidad" que no financian con crédito una parte muy elevada del coste de la compra de la vivienda.

Las características de estos compradores, que se han visto afectados en menor medida por las condiciones macroeconómicas, están mitigando, en parte, la tendencia a caer de los precios de la vivienda, que según el Banco de España muestra una "resistencia a la baja" mayor que otras variables como el número de compraventas o de visados para construir.