Debate nación. El congreso elude rechazar el marco financiero plurianual de la ue, como proponía el psoe

El Congreso de los Diputados se negó hoy, con 180 votos en contra frente a 114 a favor, con 41 abstenciones, a rechazar el Marco Financiero Plurianual aprobado por el Consejo Europeo del pasado día 8, como sugería una propuesta de resolución del PSOE en el Debate sobre el Estado de la Nación.
La propuesta mostraba también su deseo de que el Parlamento Europeo enmiende el citado marco presupuestario para el sexenio 2014-2020 o bien lo tumbe "por no contemplar ninguno de los objetivos que el propio Parlamento Europeo se marcó".
El PSOE advierte de que España pierde más del 30% de los fondos de cohesión, unos 11.000 millones de euros, y de que el Gobierno aún no lo ha explicado. Por eso, pedía al Ejecutivo que "adopte las medidas necesarias para modificarlo y que su presidente, Mariano Rajoy, comparezca ante el Pleno del Congreso para informar del acuerdo "con la debida transparencia".
El Grupo Socialista reivindicaba que el presupuesto europeo, que debe llegar al 3% del PIB de la UE antes de 2026, ha de centrarse en aspectos como el desempleo juvenil, la I+D+i, las tecnologías limpias, el apoyo a las pymes, las infraestructuras para el crecimiento económico y el Fondo Social Europeo.
Estima que el citado Fondo Social debe absorber el 25% de la financiación de la política de cohesión, y, dentro de éste, destinar el 20% a la inclusión social y la lucha contra la pobreza.
En la propuesta, los socialistas compilaban otras iniciativas relativas a la UE, como la puesta en marcha de un supervisor bancario, un sistema de garantía de depósitos y un seguro de desempleo únicos en toda la Unión y la mejora del control de las agencias de calificación privadas.
El PSOE proponía igualmente la mutualización de la deuda a través de eurobonos y una demora de hasta cinco años para cumplir el objetivo de dejar el déficit público en el 3% según la situación de cada estado.
También promueve la armonización fiscal, una base imponible común para las empresas que operan en la UE, la creación de un instrumento fiscal de estabilización ante choques asimétricos, la erradicación del secreto bancario, un registro público de trusts y fundaciones y la elaboración de una lista europea de paraísos fiscales que quedarían fuera de cualquier ayuda de la UE.