Dexia pierde 2.391 millones de euros entre enero y septiembre

Bruselas, 8 nov.- El banco franco-belga Dexia anunció hoy una pérdida neta de 2.391 millones de euros entre enero y septiembre, unos resultados que confirman la delicada situación de esta entidad en proceso de reestructuración, y a la que Francia y Bélgica han decidido otorgar una nueva inyección de capital.

En el tercer trimestre del año, Dexia registró un negativo de 1.225 millones, de los cuales 296 millones correspondieron a sus actividades continuas, informó hoy la entidad intervenida en un comunicado.

Entre enero y septiembre, los números rojos ascendieron a 2.391 millones y fue imputable en gran parte a elementos no recurrentes, según el banco, que precisó que si se excluyen dichos componentes atípicos, las pérdidas se habrían reducido en 714 millones con respecto el mismo período de 2011.

"Esto se explica esencialmente por el elevado coste de la financiación, en razón al recurso a la garantía de liquidez temporal acordada por los estados belga, francés y luxemburgués, así como por las líneas de liquidez de urgencia (ELA)", explicó Dexia.

Los gobiernos de Francia y Bélgica anunciaron hoy la concesión de una nueva inyección de capital por valor de 5.500 millones para la entidad, que ya se benefició anteriormente de dos tramos de rescates multimillonarios concedidos por dichos estados y por Luxemburgo.

Esa cantidad será destinada a reembolsar los compromisos de crédito de la entidad y a aumentar su capital "para reforzar los fondos propios conforme a las normas contables francesas", precisó Dexia.

Bélgica y Francia han decidido además modificar el sistema de garantías aportadas a la entidad, con una reducción del tope de la deuda cubierta desde los 90.000 millones de euros hasta 80.000 millones, según anunció el Ejecutivo belga.

En el tercer trimestre del año, estos dos países y Luxemburgo continuaron sus "discusiones activas" con la Comisión Europea (CE) para revisar el plan de desmantelamiento ordenado de Dexia, según la entidad, que está a la espera de que el Ejecutivo comunitario dé el visto bueno a dicho proyecto.