Draghi hunde el bono y alienta un rally de fin de año de alto riesgo

    • Las grandes dosis de liquidez que proporcionan los bancos centrales pueden provocar problemas de liquidez en los activos de riesgo.
    • La rebaja de las rentabilidades de la renta fija están dando una vuelta más a la tuerca del vuelo hacia el riesgo de la legión de inversores que aspira a rentabilidades significativas
Mario Draghi, presidente del BCE.
Mario Draghi, presidente del BCE.

Mario Draghi sigue erre que erre. El congreso de banca Europa Banking Congress ha sido el último escenario en el que, el pasado viernes, el presidente del Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a poner los mercados en ebullición. El anuncio de que la institución tomará más medidas para sacar a la economía europea de la postración ha dado un impulso nuevo a los mercados, que ven como aumentan las posibilidades de un rally de fin de año.

"Seguiremos cumpliendo con nuestra responsabilidad, haremos lo que haga falta para elevar la inflación y las expectativas de inflación tan rápido como sea posible, como exige nuestro mandado para lograr la estabilidad de precios", ha señalada Mario Draghi. Y los inversores han tomado nota: después de varios días de indefinición, el Ibex subió el viernes un 3%, su mayor subida en 16 meses.

"El mercado sigue esperando nuevos estímulos del BCE, entre los que podría estar la compra de deuda corporativa e incluso de deuda pública, tal y como llegó a afirmar Draghi esta semana en sus comparecencias", señalan en Renta 4. Por lo tanto, lo que el mercado espera ya es un quantitave easing (QE), la medicina más agresiva ante la evidencia de que las adquisiciones de bonos garantizados y ABS son insuficientes para reactivar la economía.

Los gestores se pusieron manos a la obra el viernes para subirse al carro alcista de unas bolsas cogidas con alfileres en las que no hay valor más rentable que el propio Mario Draghi. "Ahora no puede decepcionar las expectativas. Sólo habrá ojos para la última reunión mensual del año del BCE. Si no hay medidas, la decepción será enorme. Si las hay, las bolsas subirán y habrá fiesta de fin de año", aseguran en una gestora nacional.

Mientras las bolsas suben, los precios de los bonos han reaccionado con caídas a las palabras del banquero italiano. El español a 10 años llegó a fijar el viernes el nivel más bajo de su historia en el 2,014%. Y el alemán retrocedió hasta un cada vez más testimonial 0,77%, mientras que los de otros países como Austria o Finlandia se consolidan cada vez más por debajo del nivel del 1%.

La rebaja de las rentabilidades de la renta fija están dando una vuelta más a la tuerca del vuelo hacia el riesgo de la legión de inversores que aspira a rendimientos significativos en un escenario de tipos cero en Europa. "Hay que tener cuidado. Por un lado, la expectativa de un QE se puede comer parte del recorrido alcista para la bolsa para el año que viene. Y por otro,y esto es más serio, generar una gran bolsa de riesgo ante la falta de alternativas para la inversión conservadora"", señalan las mismas fuentes.

Para los gestores, un rally de fin de año sería la mejor noticia. Si el Ibex corrige y aumenta las ganancias de este año (un 6,1%), sumará dos años seguidos de números verdes (avanzó un 21,4% en 2014) y creará entre los inversores con mayor aversión al riesgo la sensación de que se están perdiendo algo. La gran duda es si las subidas (al menos las de este año en Europa en general y en España en particular) tienen una base sólida.Advertencias

La realidad es que cada vez más dinero busca productos con riesgo, en algunos casos con menor liquidez (respecto a otros activos más tradicionales) como mercados emergentes, bonos corporativos o high yield. En este nuevo escenario, los expertos advierten de la posibilidad de un accidente de liquidez si la burbuja continúa hinchándose. El último en lanzar un serio aviso ha sido Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra y presidente del Consejo de Estabilidad Financiera.

Se trata de todo un aviso para navegantes: la búsqueda de rentabilidad está reduciendo la prima de riesgo de liquidez en todos los mercados en una evolución que no es sostenible a medio plazo. Carney asegura que "el tiempo que lleva liquidar una posición es ahora siete veces más elevado que en 2008". Una situación que puede empeorar si las subidas de tipos que ya se vislumbran en Estados Unidos o Reino Unido (muchos inversores volverían a invertir renta fija sin riesgo de estos mercados) se confirman.

Una huida de los inversores podría provocar un colapso del mercado afectando muy especialmente a los fondos de inversión, una industria que en España está viviendo un 2014 formidable que, en términos de patrimonio, le ha hecho volver a los niveles previos a la crisis. Mientras, Draghi en Europa o el Banco de China en Asia, anunciando una rebaja de tipos de interés, siguen inundando de liquidez el sistema. El hipotético rally que el BCE puede generar con sus medidas no convencionales viene con más riesgo que nunca.

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