El aluvión de bajas zarandea a las mutuas y complica el rescate de la Mutua Gallega

  • Las cinco grandes del sector, candidatas a absorber la mutua galaica, tendrán que encajar en sus balances 500 millones en pérdidas por el absentismo.
Fotografía Octavio Granado / EFE
Fotografía Octavio Granado / EFE

"La consolidación de un estatus de estabilidad económica de modo que (la futura) Mutua Gallega logre reforzar su solvencia respecto de la existente en la actualidad". Éste es uno de los principios básicos cuyo cumplimiento la Seguridad Social ha avanzado que exigirá a cualquier candidato que aspire a absorber o fusionarse con la mutua galaica, una vez que la Junta Directiva de la entidad ya ha renunciado oficialmente a tratar de continuar su actividad por sus propios medios.

La exigencia parece lógica, pero garantizarla podría ser más complejo. Según datos a los que ha tenido acceso La Información, las mutuas de accidentes de trabajo calculan que este año deberán absorber pérdidas cercanas a los 739 millones de euros como consecuencia de la gestión de las bajas por incapacidades temporales derivadas de contingencias comunes, es decir, por motivos ajenos a su actividad laboral.

El agujero derivado del absentismo laboral, que está detrás de la delicadísima situación económica que ha acelerado la resolución de Mutua Gallega, ha liquidado en apenas dos años el colchón de seguridad del sector y amenaza ya seriamente su estabilidad financiera. Un dato revelador: la previsión de cierre de ejercicio de las mutuas apunta a un modesto resultado positivo del 2,3% y asume un recorte de los beneficios respecto al ejercicio de 2017 cercano al 28%.

La fotografía, en realidad, es aún más inquietante porque las entidades tienen que ingeniárselas cada año para mantener la Reserva de Estabilización - ese colchón de seguridad para hacer frente a las malas rachas, como ésta - por encima del mínimo legal del 5% para evitar verse en una tesitura como la de Mutua Gallega (en 2017, la media del sector estaba en el 5,75%) y ya se están quedando sin fondos en el segundo colchón de seguridad, la Reserva Complementaria, que este año se reducirá otro 75% y se quedará en apenas 31,2 millones, según la información a la que ha tenido acceso este medio.

Las candidatas a integrar Mutua Gallega, en problemas

El asunto es que las cinco grandes del sector - las candidatas a integrar a Mutua Gallega - no presentan una situación mucho más boyante. Sus previsiones de cierre de ejercicio prevén un agujero de 538 millones de euros por la gestión de las bajas por contingencias comunes, que deberán apañarse para absorber en sus balances de la mejor forma posible y sin incumplir los mínimos legales fijados por la Seguridad Social.

Y con esta carga a cuestas deben enfrentarse a la absorción de la Mutua Gallega, que el Gobierno ya ha dicho que espera resolver antes de que finalice el ejercicio, y garantizar además que la mutua resultante sea más eficiente y más solvente que antes de la integración. Un objetivo que fuentes del sector consideran inalcanzable. "Mutua Gallega, quizá por la situación en que se encontraba, había mejorado mucho sus ratios de eficiencia y ahora estaban entre los mejores del sector. Es muy complicado que mejoren bajo los estándares de otra entidad".

Las principales candidatas a integrar a Mutua Gallega son Ibermutuamur y MC Mutual. Según la información de avance de cierre del ejercicio de 2018 a la que ha tenido acceso La Información, el agujero por la gestión de la incapacidad temporal por contingencias comunes será de cerca de 61 millones de euros en el caso de MC Mutual y de unos 28 millones en Ibermutuamur, mientras que el resultado esperado a final de año en términos de ingresos totales sobre gastos en prestaciones será del 3,3% en el caso de MC Mutual (con una caída de cerca del 35% respecto a 2017) y del 7,4% en Ibermutuamur (con un ligero incremento del 1,9%).

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