Fráncfort (Alemania), 16 oct.- El DAX 30 de la bolsa de Fráncfort logró hoy cerrar en terreno positivo tras una jornada de fuertes vaivenes en la que comenzó con ganancias, cayó con fuerza a media jornada y después cambió de nuevo de tendencia.
El DAX 30 subió un 0,13 %, hasta 8.582,90 puntos, en una jornada con un volumen de contratación en la negociación electrónica muy alto de 7.280 millones de euros, más del doble de lo habitual.
El selectivo de Fráncfort, que alcanzaba en junio por primera vez en su historia los 10.000 puntos, se sitúa ahora en el nivel más bajo desde hace un año.
El índice de valores tecnológicos TecDAX cerró con un retroceso del 0,6 %, hasta 1.112,91 puntos.
Los impulsos vinieron de EEUU, donde la producción industrial subió un 1 % en septiembre y la cifra semanal de solicitudes de subsidio de desempleo bajó en 23.000 a 264.000, el nivel más bajo en catorce años.
Previamente el temor a que la zona del euro entre de nuevo en recesión arrastró a la baja a la renta variable.
La inflación interanual en la zona del euro se situó en septiembre en el 0,3 % y en Europa en el 0,4 %, en ambos casos el nivel más bajo desde hace cinco años.
Estas cifras muestran el estancamiento de la demanda y hacen temer una deflación a muchos inversores extranjeros.
Esto amenaza la tímida recuperación de Italia y Grecia porque entretanto los países motores como Alemania o del Norte de Europa también tienen dificultades, dijo el operador de Broker Peregrine & Black Markus Huber.
Aportaron impulsos compradores las declaraciones del presidente de la Reserva Federal (Fed) de San Louis, James Bullard, que propuso prolongar el programa de compra de deuda -cuyo fin estaba previsto para finales de octubre-, aunque los datos económicos fundamentales no muestren fortaleza económica.
La aerolínea Lufthansa subió un 2,7 %, hasta 11,39 euros, el grupo farmacéutico Bayer avanzó un 2,5 %, hasta 101,40 euros, y el productor automovilístico Volkswagen ganó un 1,9 %, hasta 153,10 euros.
Deutsche Bank perdió un 3 %, hasta 23,33 euros, tras la decepción de los primeros resultados de los bancos estadounidenses.
La compañía de suministro energético RWE cayó un 1,8 % por el temor a un bloqueo de la venta de su filial Dea por el Gobierno británico.
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