El G7 debate la crisis de la deuda y la reforma bancaria

  • Los ministros de Economía del G7 (los países ricos del mundo) debaten desde hoy en el Reino Unido cómo afianzar la recuperación económica global y la manera de superar la crisis de la deuda y de impulsar la reforma bancaria.

Patricia Souza

Londres, 10 may.- Los ministros de Economía del G7 (los países ricos del mundo) debaten desde hoy en el Reino Unido cómo afianzar la recuperación económica global y la manera de superar la crisis de la deuda y de impulsar la reforma bancaria.

Los responsables de las finanzas del Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia y Japón iniciaron un encuentro informal de dos días en un aislado hotel de Buckinghamshire, en plena campiña inglesa, que concluirá mañana con la rueda de prensa del ministro anfitrión, George Osborne, y del gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King.

Debido a que se trata de un encuentro informal, se espera que la reunión del G7 concluya mañana sin la emisión de un comunicado conjunto, como es habitual en este tipo de foros, que, a diferencia de este, suelen celebrarse de forma paralela a reuniones de grupos como el G20 o el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Esta cumbre se centrará, según fuentes del Tesoro británico, en "el activismo monetario, la responsabilidad fiscal y las reformas estructurales", además de en la unión bancaria y la evasión fiscal, asunto este último que interesa especialmente al Reino Unido.

Además de los gobernadores de los bancos centrales y ministros de Finanzas de los siete países que aglutinan el 66 por ciento de la riqueza mundial, al encuentro asisten la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y el presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem.

Como es habitual, la presencia de los gobernadores de las entidades emisoras de Japón, el Reino Unido y Canadá -el estadounidense Ben Bernanke no acudió a la inauguración-, dará lugar a debates en torno a las divisas, pero no se prevén comentarios públicos que difieran de recientes comunicados del G20.

En abril pasado, el G20, formado por los países ricos y emergentes, ya señaló que sus miembros se abstendrían de entrar en "devaluaciones competitivas de divisas" y que no utilizarían los tipos de cambio para ganar ventaja en los mercados.

También instó a impulsar la reforma bancaria en Europa, otro de los asuntos que dominarán las discusiones de estos dos días en Buckinghamshire, junto con la persistente crisis en la eurozona.

A su llegada hoy al lujoso Hartwell House en Aylesbury, a las afueras de Londres, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, recordó que, en el comunicado de abril, las veinte primeras economías del mundo se comprometieron a no manipular los tipos de cambio para generar más competitividad.

La política monetaria expansiva de Japón para impulsar la debilidad de su divisa frente al dólar, que hoy cotizaba en 101 yenes, será un asunto que volverán a tratar los ministros del G7, también parte del G20.

Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, destacó hoy en Aylesbury que en los últimos meses se han reducido las tensiones entre las divisas y que el G7 se centrará en lograr una mayor coordinación de la política monetaria.

Antes de que diera comienzo la reunión a las 14.00 horas GMT, el ministro británico de Economía, George Osborne, también señaló a los periodistas que ahora hay más estabilidad en la economía mundial que el año pasado, pero es preciso apuntalar la recuperación.

"Las buenas noticias son que hay más estabilidad y confianza sobre la economía global pero todavía hay mucho que hacer", manifestó Osborne, para quien es preciso "centrarnos en afianzar la recuperación y no darla por hecho, y eso es precisamente lo que vamos a hacer aquí".

El responsable del Exchequer indicó además que esta reunión ofrece una oportunidad de "considerar qué puede hacer el activismo monetario en apoyo de la recuperación, al tiempo que mantiene controladas las metas de inflación", en referencia al papel de los bancos centrales.

Osborne quiere que el Banco de Inglaterra se implique más en fomentar la recuperación económica, la misma línea que defiende el que será su nuevo gobernador, el actual gobernador del Banco de Canadá, Mark Carney, presente también en Buckinghamshire.

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