El Gobierno Vasco pide que no se reabra Garoña y Castilla y León lo pide ya

Vitoria, 20 may.- El Gobierno Vasco ha solicitado hoy que no se autorice la reanudación de actividad a Garoña, posición contraria a la mantenida por la Junta de Castilla y León que ha instado a las eléctricas propietarias de la central nuclear burgalesa a pedir la licencia ya.

El anuncio hecho público ayer por el presidente de Endesa, Borja Prado, de que se va a solicitar la licencia de operación para Garoña, cerrada desde diciembre de 2012 y cuya gestión comparte con Iberdrola a través de la sociedad Nuclenor, ha provocado numerosas reacciones, tanto en Castilla y León, comunidad en la que está ubicada la central, como en el País Vasco, ya que se encuentra a 40 kilómetros de Vitoria y a 60 de Bilbao.

Garoña tiene la documentación preparada para presentar al Ministerio de Industria, Energía y Turismo la solicitud de renovación del permiso de explotación hasta 2024, no sólo hasta 2018 como estaba previsto inicialmente, según fuentes de Nuclenor.

Los técnicos de la planta nuclear están a la espera de recibir órdenes de los propietarios, lo que debe producirse antes del 6 de julio próximo, que es la fecha tope para poder solicitar el alargamiento de la vida útil de la central sin tener que pedir una nueva licencia.

El Gobierno aprobó en febrero un real decreto que modificó el Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas, de manera que una central nuclear cuyo cierre se deba a razones económicas, y no de seguridad nuclear o de protección radiológica, dispone de un año a partir de su cese de actividad para solicitar una nueva renovación de su permiso de explotación.

Precisamente hoy se ha conocido que el Tribunal Supremo ha aceptado a trámite el recurso de las Juntas Generales de Álava contra este real decreto que posibilita la reapertura de la central y contempla "privilegios" fiscales a las empresas eléctricas "para lograr su continuidad", según ha informado el PSE.

La posibilidad de que Garoña reanude su actividad ha provocado posiciones encontradas del Gobierno Vasco y de la Junta de Castilla y León.

El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, ha afirmado que la central nuclear "ha cumplido ya su vida útil" y debe continuar cerrada por razones "de seguridad y de obsolescencia".

Por contra, el consejero de Economía de la Junta de Castilla y León, Tomás Villanueva, ha mostrado su satisfacción por el anuncio de Endesa y ha instado a la empresa a que haga efectiva ya la petición oficial de reanudación de la actividad.

En Euskadi, todos los partidos, excepto el PP, han mostrado su oposición a la reapertura de Garoña, incluso el alcalde de Vitoria, el popular Javier Maroto, quien ha vuelto a mostrar su "oposición frontal" a esta posibilidad, como ya ha expresado en reiteradas ocasiones.

La teniente de diputado general de Álava, Marta Alaña (PP), se ha limitado a mostrar su confianza en lo que decida el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) sobre la reapertura o no de la central nuclear de Santa María de Garoña.

El diputado del PNV Pedro Azpiazu ha rechazado la posible reapertura de la central por considerarla una instalación "obsoleta" que, en su opinión, debe ser desmantelada "cuanto antes".

El PSE-EE ha registrado una iniciativa para su debate "urgente" con el fin de que el Parlamento Vasco se pronuncie en junio contra la concesión de una nueva licencia de actividad para la central nuclear de Garoña (Burgos).

EH Bildu ha preguntado al diputado general de Álava, Javier de Andrés (PP), qué va a hacer para "presionar" a las empresas propietarias de Garoña y al Estado para que no se reabra la central nuclear burgalesa y así se respete la voluntad mayoritariamente expresada por las Juntas Generales de este Territorio al respecto.

Ecologistas en Acción también se han pronunciado sobre la reapertura de Garoña y han concluido que el gasto millonario que implicaría "no garantiza la seguridad de una central obsoleta y llena de grietas".