El IVA y la caída de las matriculaciones lastran la evolución económica

Madrid.- El INE confirmó hoy el efecto negativo que la subida del IVA y la retirada de las ayudas a la compra de automóviles tuvieron sobre el consumo y, en consecuencia, sobre la economía en su conjunto, entre julio y septiembre, con un freno a la recuperación iniciada dos trimestres antes.

Un parón que en realidad fue un mínimo crecimiento trimestral, de tan sólo dos centésimas del Producto Interior Bruto, mientras que este volvió a crecer en términos interanuales -un 0,2%- tras dos años cayendo.

El empleo, por su parte, siguió retrocediendo, un 1,7%, lo que equivale a la destrucción de 295.000 puestos de trabajo a tiempo completo en un año.

Los datos de la contabilidad nacional publicados hoy por Estadística muestran que el gasto de los hogares dio un giro en verano, y volvió a caer en términos trimestrales, el 1,1%, después de tres trimestres subiendo, mientras que se desaceleró su crecimiento en un año, hasta el 1,4%.

El INE atribuye la caída del consumo a la subida del IVA, que hizo que se adelantaran las compras al trimestre anterior, y a la desaparición de las ayudas a la compra de coches, que ha hecho caer las matriculaciones un 25% después de tres trimestres de fuerte crecimiento.

A estos dos factores se une el de la continuada reducción de la remuneración de los asalariados, el principal ingreso de las familias, que también ha frenado el consumo.

Tampoco ayudó el otro componente de la demanda interna, la inversión, que se redujo el 3% en el tercer trimestre y acumula todavía una caída del 7% en un año.

Sigue siendo muy elevada la caída de la inversión en construcción, del 11,6%, y la destinada a bienes de equipo, que se había recuperado en el segundo trimestre, se modera y sólo ha crecido el 2,4%, en consonancia con la atonía de la industria tanto en producción como en pedidos.

El sector exterior ha sido el responsable de evitar una recaída trimestral y ha permitido volver al crecimiento en términos interanuales, con una aportación positiva a la evolución del PIB de un punto, frente a la aportación negativa de ocho décimas por parte de la demanda interna.

Aunque las exportaciones desaceleraron su aumento -del 8,7% frente al 11,6% del trimestre anterior-, también se moderó el incremento de las importaciones, del 9,3 al 3,9%.

Destaca en este apartado la aportación del turismo, ya que el gasto de los no residentes en España se incrementó notablemente, un 5,4%, frente a la caída de nueve décimas que aún registraba en el anterior trimestre.

El lastre que supuso el menor gasto y la falta de inversión no se notó tanto en la actividad de los distintos sectores, ya que se aceleró en la industria como en los servicios, con incrementos de 2,3% y del 0,9% respectivamente.

Por el contrario, se acentuó algo la caída de la actividad de la construcción, del 6,8%, y también de la agricultura y la pesca, con un retroceso del 2,2%.

Los sectores en los que más cayó el empleo en el tercer trimestre respecto al mismo periodo de 2009 fueron la construcción (9,5%) y las ramas industriales y energéticas (3,4%).

Sólo aumentó la ocupación en las ramas agraria y pesquera (1,3%) y en los servicios de no mercado (0,6%).

El Ministerio de Economía subrayó en un comunicado que los datos publicados hoy demuestran que en el tercer trimestre prosiguió el proceso de "normalización" de la actividad, tras la "fuerte contracción" de los años anteriores.

El departamento que dirige Elena Salgado no relacionó la reducción del consumo con la subida del IVA, y, según su análisis, la diferencia con los dos trimestres anteriores se ha debido sobre todo a que en la primera mitad del año el gasto privado mejoró por un "aumento de la confianza" más que por un adelanto de las compras ante el alza impositiva.

Frente a este análisis positivo del Ejecutivo, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, dijo que "no es una sorpresa" el estancamiento de la economía e incluso apuntó que es "normal" que se resienta con el plan de ajuste puesto en marcha por el Gobierno.

UGT pidió otra política económica para salir de la crisis, con la recuperación de medidas de estímulo y de inversión para incentivar la actividad y el empleo, y la puesta en marcha de un sistema fiscal progresivo.