El idilio económico entre Bruselas y España se ha acabado. La Unión Europea ha llamado al gobierno a capítulo para reprender por sus Presupuestos Generales del Estado proyectados para 2016. El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici,ha sacado la calculadora y avisa a Madrid de que no le salen las cuentas del déficit y que, de seguir así, será imposible cumplir el objetivo impuesto por Europa.
De hecho, Bruselas lanza un aviso al aire para el próximo en sentarse en el sillón presidencial el próximo 20 de diciembre sea quien sea: Habrá que revisar los Presupuestos. El objetivo de de la Comisión Europea es que España no sobrepase el límite del 4,2% de déficit para este año y del 2,8% para 2016, sin embargo, se estima que finalmente sean del 4,5% y del 3,5%.
A pesar de todo, el equipo de Mariano Rajoy se ha plantado. Este mismo martes el ministro de Economía y Competitiva, Luis de Guindos, ha manifestado su intención de no tocar las cuentas antes de las elecciones generales. Además, se mantiene en sus trece y asegura que el Gobierno podrá cumplir los números de Bruselas.Una "chapuza" de Presupuestos
Los expertos, sin embargo, no comparten la posición del ministro y opinan que será imposible hacer los deberes impuestos por Europa. El doctor en Ciencias Económicas de la Universidad Complutense de Madrid, Roberto Centeno, echa la culpa de la llamada de atención de Bruselas a unos Presupuestos hechos con demasiada prisa y "que son una chapuza". "Que Bruselas nos haya llamado la atención demuestra que los PGE no hay por donde cogerlos", explica en declaraciones telefónicas a lainformacion.com.
El economista está convencido de que llegue quien llegue al poder "tendrá que rehacer los presupuestos enteros por los actuales son pura ciencia ficción donde los gastos están infraestimados y los ingresos sobreestimados", explica. Para Centeno, la premura con la que se han diseñado las nuevas cuentas ha sido la clave para el fracaso. El catedrático en Economía de la Universidad de Las Palmas, Fernando Fernández Rodríguez, apunta a que esta velocidad es un movimiento electoralista que busca el voto de los funcionarios con "el regalo fiscal del aumento de sueldo del 1%, que antes de los comicios son siempre bienvenidos".
Fernández apunta a que precisamente el incremento salarial de los trabajadores públicos es una de las causas del desajuste del Presupuesto y señala que este tipo de "regalos" lo terminarán pagando las Comunidades Autónomas en forma de nuevos recortes que, por supuesto, repercutirán en los servicios sociales que prestan.Hay que decirle "basta" a Bruselas
"Estamos en el límite de los ajustes", apunta José Villacís, profesor de Economía de la Universidad San Pablo Ceu. Aunque, este economista es el único de los tres expertos consultados por este medio que apuesta por dejar las cuentas tal y como están. "El próximo Gobierno no podrá hacer un presupuesto nuevo, la aritmética es la aritmética", explicó en conversación telefónica. Añadió que es imposible "disminuir más el gasto público" así como "aumentar los impuestos". "Hay que decirle a Bruselas que las cuentas son las que son y que no se puede hacer nada más".
Centeno señala que, de igual manera, el Presupuesto no se cumple desde el año 2008 y que la única diferencia de estas cuentas con las anteriores es que, en esta ocasión, "Bruselas no se lo ha tragado" y de hecho le sorprende la tardanza de Europa para "llamarnos la atención". "La Comisión ha estado haciendo como que se creía los presupuestos hasta que ya no se los trague más", apostilló.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios