El pulso perdido: las 24 horas en las que el PNV buscó nacionalizar el vino alavés

"¡Y luego querrán que seamos españoles! Ni por el forro; ni por el forro. Son como el perro del hortelano, ni comen ni dejan comer", exclamó en un discurso -en septiembre de 2019-  el presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Andoni Ortuzar, mientras una multitud respondía con una ovación a su grito incendiario. Los jetzales siempre han tenido entre ceja y ceja el objetivo de su fundador: la independencia. Pero ésta, como bien dijo el expresidente del partido en Guipúzcoa, Joseba Egibar, tiene que ir "paso a paso". Y estos pequeños avances se consiguen ganando 'grandes' batallas, que el Estado entiende que son insignificantes. Unas luchas que van desde el cuartel de Loyola en San Sebastián hasta el vino de la Rioja Alavesa.

El pasado jueves se conocía que el PNV iba a llevar al Congreso una proposición de ley que buscaba crear un subzonas en la Denominación de Origen Rioja, dando lugar a una 'minidenominación' de Rioja Alavesa que tuviera un consejo regulador propio. De esta forma, los viñedos vascos no dependerían del Consejo Regulador de Rioja, que tiene el monopolio del poder en todo lo relacionado con la denominación de origen protegido Rioja. Sin embargo, su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, ahuyentaba cualquier tipo de pretensión nacionalista en esta propuesta asegurando que ellos lo que querían era mejorar "la marca" y la presencia internacional de los vinos.

Ayer por la mañana, el partido principal de la oposición, PP, rechazó la propuesta del PNV y acusó al PSOE, por medio de su portavoz, Cuca Gamarra, de generar "incertidumbre" por no tomar ninguna decisión al respecto y mantenerse en silencio. Una reacción negativa que también llegó de otros partidos políticos, como Ciudadanos, cuyo portavoz en el Congreso, Edmundo Bal, cargó contra la formación nacionalista por querer "dividir los viñedos por lineas ideológicas". Unas acusaciones que, desde el PNV, se calificaron de "ruidosas y tóxicas".

La zona de producción vinícola de denominación Rioja -que está supervisada por un consejo que hay en Logroño- se encuentra en cuatro comunidades autónomas, que se dividen, a su vez, en cuatro zonas: Rioja Alta -con casi un centenar de municipios-, la provincia de Burgos -donde está el enclave de El Ternero-, Rioja Oriental -con casi medio centenar de pueblos-, Navarra -con tan solo ocho municipios- y, por último, la polémica Rioja Alavesa, con 18 localidades. Sin embargo, en una de estas últimas, en concreto en El Ciego, una de las bodegas afirma que "nosotros no buscamos la separación y queremos seguir perteneciendo a Rioja". 

Mientras, los diversos agentes se iban posicionando sobre la proposición, esta se comentaba por los pasillos del Congreso, al mismo tiempo que se daba luz verde a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el año 2022. Unas horas después, se conocía que el PSOE- partido clave para que saliera adelante dicha ley (que se iba a deliberar en las Cortes el próximo 30 de noviembre)- rechazaba apoyar la iniciativa, lo que precipitó a los de Sabin Etxea a retirar su propuesta de ley, pero dejando la puerta abierta para un futuro: "Lo discutiremos cuando el ambiente sea más sereno". 

Finalizaban así veinticuatro horas cargadas de especulaciones en torno a una proposición que había generado tensión tanto en el propio Consejo Regulador de Rioja -que expresó su "malestar"- como entre los propios viticultores. "Nosotros queremos estar en Rioja y formar parte de él", decían desde una de las bodegas a las que ha tenido acceso La Información.

El hecho de que la fuerza jetzale no haya renunciado a esta aspiración de crear una subdenominación de origen dentro de la denominación Rioja puede acarrearle problemas legales en un futuro, según los informes  técnicos que manejan dos fuentes del Ministerio de Agricultura y de la Oficina de Patentes y Marcas a las que ha tenido acceso este periodico. "Es inviable. No se puede crear una denominación de origen dentro de una denominación de origen. Lo que sí es posible es crear una denominación de origen protegida dentro de una indicación geográfica protegida (IGP). Aunque es muy raro".

El partido que se jactaba de "poner y quitar gobiernos en España" ha demostrado cómo su influencia en el arco parlamentario ya no es tan decisiva como antaño. Un poder que podría trasladarse a su propia comunidad -donde ha gobernado durante toda la democracia exceptuando tres años- tras los continuos acuerdos entre los socialistas y la izquierda nacionalista de EH Bildu a nivel nacional. Así, la formación de Arnaldo Otegi pudo presenciar ayer la debilidad de su competidor. Esta Navidad aún se desconoce si la 'polémica' foto navideña de 2018 -donde los dirigentes de PSOE, Podemos y de ambas fuerzas nacionalistas brindaban con vino- se volverá a repetir, pero hay una fuerza política que, por lo menos, tiene varias razones para proponerlo.