Corren tiempos turbulentos para Elon Musk. Además del brutal desplome del valor de X (antes Twitter) debido a las incertidumbres despertadas en torno a su viabilidad y rentabilidad, su marca estrella de vehículos eléctricos, Tesla, ya no es la más vendida del mundo, después de que se haya visto superada por el fabricante chino BYD durante el último trimestre de 2023. Además, SpaceX, su ambicioso proyecto espacial, también hace aguas en términos financieros. En este contexto, ¿cuáles son los principales retos de Elon Musk en 2024?
En primer lugar, no volver a perder el honorífico puesto como la persona más rica del mundo, como sucediera en 2023. Aunque Forbes coloca a Musk en 2024 nuevamente como la mayor fortuna del mundo -incluso ha aumentado en 30.000 millones su estimación en el último mes-, lo cierto es que las turbulentas operaciones financieras de sus tres principales marcas (Tesla, X y SpaceX) amenazan permanentemente con asestarle nuevos reveses a su cartera.
Tesla, la mayor marca de coches… sin ser la más vendida
Quizás el ejemplo más claro de la fragilidad de esta burbuja es Tesla, que acaba de perder el honor de ser la marca de coches eléctricos más vendida del mundo, superada por BYD… y por un amplio margen: 526.409 unidades vendidas frente 484.000. Algo sorprendente, si tenemos en cuenta que Tesla también ha cerrado el año como la marca de coches mejor valorada del mundo, adelantando a Toyota y Mercedes-Benz, según los últimos datos de Tradingpedia.
Un escenario en el que parece evidenciarse que todo lo que toca el Rey Midas tecnológico de nuestro tiempo se convierte en oro… al menos en su capa más superficial. Porque las cifras de venta de Tesla también apuntan a un estancamiento de la marca en el mercado de los vehículos eléctricos: durante el primer trimestre de 2023, vendió algo más de 420.000 coches, aventajando en casi 200.000 unidades a su rival chino. A cierre de año, Tesla ‘solo’ había aumentado sus ventas en 60.000 coches, mientras que BYD había crecido en más de 250.000.
X (antes Twitter), un tercio menos valorada de lo que Musk pagó por ella
Paralelamente, Musk tiene un serio problema entre manos con X (antes Twitter). No solo las proyecciones para 2024 son paupérrimas, sino que los datos de 2023 reflejan que la fallida versión de pago y la gestión del magnate en la red social (y sus frecuentes salidas de tono) están ahuyentando a los anunciantes. Algo que ya ha repercutido negativamente en su estrategia de potenciar precisamente los contenidos patrocinados y la publicidad. Es más, la falta de rentabilidad de X llevó a que la red social valiese tan solo un tercio de lo que Musk pagó por ella en su día.
SpaceX sigue siendo un proyecto a fondo perdido
Por último, SpaceX se ha convertido en un agujero negro capaz de engullir fondos bajo la promesa de revolucionar la ingeniería aeroespacial (y de llevarnos a Marte). Solo Starlink (la división encargada de crear la famosa “constelación de satélites” de Musk) ha presentado un crecimiento notable a lo largo de 2023, mientras que su proyecto de naves espaciales reutilizables sigue sin despegar… e incluso sus aeronaves siguen explotando en el aire. En cualquier caso, un informe de Bloomberg señala que 2023 será el primer año de beneficios para SpaceX. Un soplo de aire fresco en mitad de la bruma que se avecina.
